domingo, 24 de marzo de 2013

Oruro se movilizó “por un simple letrerito”, afirmó el diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Marcelo Elío Chávez,

Oruro se movilizó “por un simple letrerito”, afirmó el diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), Marcelo Elío Chávez, para tratar de desprestigiar a los dirigentes cívicos y laborales que, como nunca había ocurrido, marcharon juntos “por la dignidad de los orureños y por respeto a la historia y al primer aviador boliviano, Juan Mendoza y Nernuldes”.

La versión del diputado provocó mayor reacción de la ciudadanía, entre los cuales también estaban los niños y los jóvenes que, en los barrios, colocaban sus bicicletas y algunas piedras y palos, para hacer cumplir el paro total de la ciudad. No había una calle, donde no haya bloqueo. Era imposible circular, reconoció la misma defensora del pueblo, Clotilde Calancha.

Elío Chávez, antes del conflicto de Oruro, tenía buen perfil. Se lo consideraba una persona sensata, preparada e imaginativa, para responder cualquier interrogante en los medios de comunicación, no sólo de esta capital, sino del interior del país. Sin embargo, trató de minimizar el conflicto, dijo que eran apenas unas diez personas que estaban vendidas a los partidos de derecha.

Expresó, con fotografías logradas de algunos archivos personales y otros del servicio de inteligencia, que los financiadores de la movilización eran Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional, y el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. Citó sus nombres varias veces, en los medios de comunicación del gobierno, como Canal 7, y levantó los nombres de la presidenta del Comité Cívico de Oruro, Sonia Saavedra, que estaba “buscando ser candidata para las próximas elecciones generales del 2014”.

El director general de monitoreo del Ministerio de Comunicación, Idón Chivi, también orureño, fue más duro y crítico contra los periodistas. “Todos están vendidos a la derecha”, dijo y explicó, con detalles y nombres, quiénes tenían intereses en el aeropuerto Juan Mendoza, como a la familia Soria Mendoza, propietaria de Canal 2 de Unitel.

Decía que el Canal 51 CEA Comunicaciones estaba hecho con la plata del contrabando y, por eso, no quieren el nombre del presidente Evo Morales en el aeropuerto.

Sin embargo, las declaraciones, en vez de ganar apoyo, provocaron reacciones adversas, hasta el punto de ser agredidos verbal y físicamente los dos militantes del Movimiento al Socialismo. El martes 19, el Día del Padre, después de haber transmitido nuevos mensajes contra los medios de comunicación y los periodistas, los ciudadanos se armaron de valor y fueron a esperar a las dos personas en la puerta del edificio de Entel. Idón Chivi recibió dos patadas y un puñete, de un ciudadano que estaba “enojado con la falta de sensibilidad y la solución del conflicto”.

Marcelo Elío fue insultado, pero no fue golpeado. Apresuró su caminar y volvió al edificio de Entel, de donde fue evacuado por los policías. Otros parlamentarios, que no son muy conocidos en Oruro, lograron seguir su camino, pero gritaban firmes que el nombre del aeropuerto “no será cambiado, les guste o no les guste”.

Según el periodista David Lazo Aguilar, Marcelo Elío fue entrevistado en su programa de la mañana, pero en forma insistente, repitió que la derecha estaba manejando el conflicto. Sin embargo, cuando se le pidió pruebas, no pudo contestar y en forma directa, amenazó con “iniciarle un juicio, si es que le pasaba algo a él y a su familia”.

Las amenazas fueron diarias y cotidianas a los periodistas, que reflejaban con sus cámaras, los hechos que estaban surgiendo entre la gente, las huelgas de hambre, las marchas, las movilizaciones, sus opiniones, los pedidos vehementes para que la Asamblea Legislativa Departamental abrogue la ley 045/2013.

El presidente de la Asamblea Legislativa, Valerio Chambi, durante la semana, repitió que no tenía nada que discutir con los dirigentes del Comité Cívico ni la Central Obrera y que la Ley 045, “se debe cumplir, les guste o no les guste, porque ha sido preparado en base a la nueva Constitución Política del Estado”.

Marcelo Elío e Idón Chivi se reunieron varias veces en la Gobernación, para preparar la defensa de la Ley 045 y coordinaron la campaña de desprestigio de las movilizaciones. Los avisos pagados por varios canales de televisión de Oruro se repetían. La propaganda, sin embargo, no pudo cambiar la opinión de la ciudadanía, mucho menos de los trabajadores y de los universitarios, y el bloqueo de calles crecía y crecía.

El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Técnica de Oruro, Freddy Mendoza, convocó una asamblea general y decidió “expulsar de su organización al trabajador universitario, Marcelo Elío Chávez, por haber traicionado los intereses de los trabajadores y del pueblo de Oruro”. La misma medida fue dispuesta contra Gonzalo Suárez, abogado y trabajador de la misma Universidad, y seguidor incondicional del primero.

El Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro pidió al rector de la Universidad, Rubén Medinacelli, el cierre de la carrera de Comunicación, porque en la misma Universidad “se estaba fomentando la improvisación y la usurpación de funciones de los periodistas”. Gonzalo Suárez, siendo abogado, hacía trabajo de periodista, para obtener fotografías e imágenes de las marchas y movilizaciones, con destino a su amigo Marcelo Elío.

La Universidad Técnica de Oruro aún no adoptó ninguna posición al respecto.

Otro hecho significativo, también disgustó a la población orureña. Idón Chivi y Marcelo Elío, se reunieron con la alcaldesa Rossio Pimentel Flores, el domingo 17 de marzo, cuando ella hacía huelga de hambre. Elío y Chivi explicaron a la prensa que ella, “no estaba haciendo huelga por el nombre del aeropuerto, sino por la pacificación de Oruro”.

Después de cuatro días de huelga general indefinida, el conflicto fue resuelto, con la aprobación de la ley 046, que dispone dejar “sin efecto” la ley 045, que había provocado la reacción inmediata del pueblo de Oruro contra el cambio de nombre del aeropuerto internacional Juan Mendoza.

La ciudadanía orureña jamás había reaccionado con esa firmeza. “Gracias a Dios, se ha solucionado el conflicto”, afirmó el ejecutivo de la COD, Vladimir Rodríguez.

El nombre de Juan Mendoza y Nernuldez fue enaltecido a nivel nacional e internacional, a través del internet. Era el primer aviador boliviano que surcó los cielos del altiplano orureño, en 1921. El nombre se había dejado casi en el olvido, pero volvió a surcar por todos los medios de comunicación y hoy, los niños, niñas, jóvenes y señoritas, conocen la historia de un ícono orureño, nacido en la pequeña comunidad de Obrajes.

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