La autoridad bastante fatigada por un fuerte dolor de cabeza, que padece continuamente y que se agravó porque no consumió ningún calmante, por estar en ayuno voluntario desde el viernes por la noche, expresó que su medida fue asumida proclamando la pacificación, pero se dio cuenta que esto sólo se dará si los asambleístas determinan abrogar la mencionada ley, como lo solicita la población orureña.
Explicó que ayer se reunió con la representante de la Defensoría del Pueblo, Clotilde Calancha y el obispo de la Diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik, con quienes se trató de gestionar una reunión entre los asambleístas y las organizaciones orureñas pero, lamentó que no hubo predisposición, pues al parecer todos "están tomando un respiro", para iniciar hoy las nuevas medidas de presión.
También recibió la visita de la presidenta del Comité Cívico de Oruro, Sonia Saavedra, con quien de igual forma vio la posibilidad de buscar una salida, que no lleve al enfrentamiento a los orureños.
Hoy, se informó que tanto Clotilde Calancha como el obispo Bialasik emitirán una carta abierta al pueblo orureño pidiendo un encuentro dejando de lado posiciones intransigentes para evitar consecuencias funestas.
En cuanto al estado de salud de la alcaldesa, ayer fue evaluada por un médico quien recetó algunos calmantes que debe ingerirlos con antiácidos para que no afecte a su sistema digestivo que está debilitado por la falta de alimentos.
Sin embargo, hoy muy temprano nuevamente se le hará una valoración médica, controlando su presión arterial, para determinar su permanencia o no en la huelga de hambre.
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