Después de la avenida de Circunvalación, hay otra realidad. Los dirigentes se aprovecharon de los necesitados. Por cada asamblea, se cobraba 10 bolivianos por persona, para realizar gestiones, con el supuesto objetivo de consolidar los terrenos, legalmente. Ya han pasado 9 años desde el primer avasallamiento, pero hasta la fecha, solamente los que se acogieron a los planes de regularización y legalización lograron sus documentos, después de una intensa negociación con los dueños legítimos y después de pagar un costo social por un pedazo de terreno.
La mayoría, en cambio, como el caso de los Pumas Andinos, persiste en obtener el derecho propietario sin pagar ni un centavo, con la esperanza de que el gobierno del presidente Evo Morales pueda disponer la expropiación de esos terrenos. Las movilizaciones han cesado desde diciembre del 2014, luego de la renuncia de la alcaldesa Rossio Pimentel.
Los problemas, sin embargo, volverán a vislumbrarse cuando se posesione un nuevo alcalde de la ciudad de Oruro. La nueva víctima será el próximo alcalde, para que resuelva ese y otros problemas urbanísticos.
El gobierno, para calmar los ánimos de la gente, hizo construir un coliseo cerrado y una escuela en ese barrio, pero no hay mercado ni calles asfaltadas. El sistema de alcantarillado fue iniciado hace dos años, pero solamente se trata de la red principal. Las redes secundarias se quedaron en proyecto.
Los barrios periféricos no tienen alcantarillado sanitario. Por eso, los candidatos a alcalde plantearon la necesidad de construir ese alcantarillado, con prioridad, para contener las futuras movilizaciones de los miles de vecinos. También han incorporado en sus planes de gobierno, la construcción de aceras y cordones, pero aún pasará mucho tiempo para conseguir el asfaltado de calles de esa gran ciudad.
Por la zona Norte, los problemas son más graves. El Plan 2000 se mantiene en calma, durante la época seca, pero en la época de lluvias, las calles están inundadas, también por falta de alcantarillado pluvial y sanitario.
Más al norte, camino a La Paz, se han construido miles de precarias casas de los avasalladores, pero, por decisión de los legítimos propietarios y en una operación comando, de la noche a la mañana, aparecieron destruidas. Los restos se pueden advertir al lado Este de la Doble Vía La Paz-Oruro.
La nueva ciudad de Oruro, los barrios periféricos, tiene miles de problemas que serán cargados a una nueva administración municipal, después de las elecciones subnacionales del 29 de marzo.
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