lunes, 30 de marzo de 2015

Una rápida mirada a la vida de Víctor Hugo Vásquez

Ayer, el día del candidato a gobernador por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Víctor Hugo Vásquez, comenzó de madrugada pues a las 04:00 horas, ya se encontraba en la comunidad de Payacollo, ayllu Sullca del cantón Orinoca de la provincia Sur Carangas, para preparar una ardua jornada de elecciones subnacionales.

Vásquez, con un rostro ya cansado por una abrumadora etapa preelectoral, cerca de las 07:00 horas estaba en el patio de su casa con sus familiares junto a un par de ollas llenas de leche con quinua y otro recipiente con buñuelos, dispuesto a compartir un momento con periodistas que acudieron a realizar la cobertura el día de elecciones.

Tres habitaciones rudimentarias construidas de adobe y techo de paja que circundan su patio con vegetación altiplánica, otorgaron una singular atmosfera para disfrutar de un nutritivo desayuno, mientras el candidato sostenía con firmeza y orgullo a su madre, Fabiana Mamani, que en aymara sostiene viendo a su hijo: "Cuando era chiquito no hacía tareas, pero daba buenos exámenes", a lo que Vásquez explicó que le bastaba con prestar atención en clases.

"De vez en cuando preparamos algo. Cuando cocino mis hijos siempre comen a tres platos y aprovecho cuando hay tiempo libre de hacer el desayuno, o el almuerzo, ahora que estoy en Oruro lo haré con más frecuencia", afirmó.

Entre tanto, uno de los profesores de su infancia, Máximo Mamani Mamani, explicó que llegó tarde al encuentro antes de las elecciones porque su bicicleta se arruinó. "Víctor Hugo era muy buen alumno, pero también era travieso. Vine para darle mi apoyo hoy en las elecciones, me siento orgulloso de haber sido su maestro", manifestó Mamani.

Luego de ese momento de solaz, Vásquez invitó a ingresar a su casa. Cuatro paredes que según él encierran los eventos más importantes de su vida. "Esta habitación me trae muchos recuerdos, por ejemplo íbamos con mi primo a la escuela, teníamos que caminar mucho, al volver nos peleábamos, pero luego seguíamos siendo tan amigos como siempre. Por otro lado me encantaba jugar con cachinas, pero una vez lloré tanto porque una bolsita con mis cachinas se perdió, mi mamá me consoló", contó.

No todo fue felicidad en la niñez de Víctor Hugo, pues cuando tenía 11 años su padre falleció. "Luego de la muerte de mi papá cambiaron las cosas, tuve que hacerme cargo de mi familia, así que trabaje de todo, iba al Chapare a cosechar coca, aquí trabajé de peón, también de pastor de ovejas, nos pagaban siempre algo y eso compartíamos en familia, lo mismo pasó cuando fui viceministro, alcalde y constituyente. En los años 80 había sequía no había producción, mi papá se alojaba en la casa de Evo Morales, el murió allí".

SUFRAGIO

El momento para votar y ser parte de las elecciones subnacionales, llegó para Vásquez que sufragó cerca de las 10:00 horas en la mesa 4 del Núcleo Escolar Central de Orinoca, un establecimiento educativo en proceso de expansión y desarrollo al igual que el pueblo donde nació el Presidente Evo Morales, pues entre sus callejuelas de losetas y pavimento, además de áreas de recreación denota progreso.

"La democracia es fundamental para la libertad, las elecciones deben ser una especie de fiesta en la que las familias de forma íntegra deben participar", indicó, para luego dirigirse a la iglesia de San Francisco de Asís, una infraestructura construida en 1732, y pedir a Dios bendiciones para afrontar el proceso electoral.

"Yo soy católico, es importante visitar la iglesia, sobre todo hoy que es Domingo de Ramos. Nosotros tenemos tres santos y tres ayllus. Collana con San Francisco de Asís; Inchura con el Santísimo Jesucristo y el ayllu Sullca San Pedro y San Pablo".

La jornada continuó para Vásquez que de Orinoca retornó a la ciudad de Oruro, aproximadamente a las 13:00 horas, pero antes visitó algunos municipios como Belén de Andamarca, para saber cómo marchaban las elecciones y esperar luego con su familia los resultados de estos comicios que definirán el futuro del departamento de Oruro, de acá a cinco años.

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