martes, 10 de febrero de 2015

El ferrocarril y la susceptibilidad de que Chile termine de apoderarse de Bolivia

Era el mediodía del 15 de mayo de 1892, cerca de 5 mil personas, toda la población orureña de ese entonces, esperaban ansiosas la llegada del ferrocarril, en la entonces Plaza de Armas propiamente en la acera Oeste contigua al edificio Prefectural y a la parroquia, previamente se había reunido a escolares a través de un desfile, que con las dianas y salvas militares eran el anuncio de una jornada histórica.

Era la llegada del ferrocarril, aquel transporte que fue considerado como importante, pero en algún momento fue catalogado como "el paso final para que Chile termine de apoderarse de Bolivia", por el fresco recuerdo de la Guerra del Pacífico, siempre y cuando este aspecto era visto a través de los ojos de los opositores políticos de Aniceto Arce, un abogado, minero, industrial, político y estadista que le evitó costo alguno al Estado con la llegada de la maquinaria desde Uyuni hasta Oruro.

Autores como Ángel Torres Sejas en su obra, "Oruro en su Historia" o la Revista de la Sociedad de Geografía e Historia de Oruro, que en ese entonces era dirigida por Josermo Murillo Vacerreza coinciden en este aspecto, incluso detallando, en la segunda obra, el pensamiento dominante de los partidos de oposición.

La Revista de la Sociedad de Geografía e Historia de Oruro señala que cuando en La Paz se supo que el ferrocarril se había inaugurado en Oruro, un periódico de esa localidad, no tuvo reparo en escribir el pensamiento dominante de los partidos de oposición, expresando: "Las máquinas que penetraron a la plaza de Oruro, tienen la inscripción siguiente: Ferrocarril de Antofagasta a Oruro. Esta inscripción equivale a decir, que Chile está en posesión de Bolivia y el potentado de Huanchaca, es el protagonista de ese drama. ¡Ya no hay Bolivia! ¡Todo está consumado...!", aspecto que con el paso del tiempo fue totalmente disuelto por los beneficios que dio a los diferentes campos.

Huanchaca era la compañía que construyó la plataforma de vía del ferrocarril y su representante era Raimundo Devés

Pero aferrándonos más a lo que fue la puesta en servicio del tramo ferroviario Uyuni-Oruro, que se generó como prolongación del ferrocarril de Antofagasta, Torres afirma que fue hace 123 años que toda la población orureña se refundó industrialmente pues se incentivó a la activación del comercio e industria artesanal, edificaciones religiosas e incluso reforzó el desarrollo de la minería del Estaño y esto inició con el anuncio que hizo el ministro de Gobierno, Obras Públicas y Guerra, Telmo Ichazo, el 11 de abril, tras realizar una inspección al avance de las obras.

Pero la intención de unir mediante el ferrocarril, la costa del Pacífico con Oruro, no era la totalidad de la aspiración de Arce, sino él quería hacer la extensión del servicio a La Paz, Cochabamba y otras ciudades, lo que se hizo realidad a principios del siglo XX, paralelas de hierro que tenían una extensión de 929 kilómetros, divididos en dos, 610 hasta Uyuni y 319 hasta Oruro y costó cerca de 750.000 libras esterlinas.

Tras oír ocho discursos de las autoridades que se habían dado cita a la inauguración del ferrocarril, Arce fijó simbólicamente la enrieladura final con un clavo de oro y sus ministros le siguieron en la fijación con clavos de plata, quienes acompañados con aplausos y vítores dieron paso al ingreso de la máquina.

En esa oportunidad, el Presidente Arce también hizo uso de la palabra que se refería al malentendido de que el ferrocarril apuraría la conquista de Bolivia por Chile.

"Esta es, señores, la primera fruición que halaga mi espíritu, durante el largo período que llevo consagrado a las penosas labores administrativas, Está realizada mi más grande aspiración desde que aprendí a servir y amar a la Patria, buscando para ella los medios efectivos de su engrandecimiento. Veo aquí, en el centro de Bolivia, el primer ferrocarril que viene a anunciarnos una gran transformación vigorizando nuestras fuerzas sociales.

Sabéis, señores, que mi intervención en la política, ha obedecido únicamente al deseo de procurar la prosperidad, del país por medio de una vía férrea que facilite sus relaciones con los mercados extranjeros. Sabéis que si he buscado el Poder, ha sido con ese propósito, para cuya ejecución no he omitido esfuerzos ni sacrificios.

Me siento satisfecho al contemplar mi obra terminada y estoy ampliamente indemnizado de las contradicciones con que la pasión unas veces, y toras la ignorancia, se propusieron cerrarme el camino hacia este grandioso fin", fue parte del discurso de Arce

Esa fecha fue una de las más significativas para los orureños puesto que los demás departamentos, rindieron honores, tal el caso de Tarija, que a través del delgado de la municipalidad, Benjamín Jofré emitió su felicitación por los laureles inmarcesibles adquiridos.

Cochabamba no quedó de lado pues más al contrario de pensar diferente, señaló el anhelo de tener una vía férrea para los centros productores de Bolivia, sueño que se concretó posteriormente, por mencionar algunos de los asistentes.

Algo que se olvidaron los historiadores, fue detallar cuántos coches tenía el primer convoy ferroviario, ese memorable 15 de mayo, pero sí dejaron bien claro que las máquinas llevaban los nombres, "Aniceto Arce", "Oruro" y "Cochabamba".

Sin duda una fecha que jamás será olvidada ni borrada de la historia de Oruro, más aún cuando se convirtió en una ciudad cuna de varios aspectos, como este.

BIBLIOGRAFÍA

1949 Revista de la Sociedad de Geografía e Historia de Oruro, Ediciones Universo Oruro

Torres Sejas Ángel

1994, Oruro en su Historia, Librería Editorial Juventud, La Paz Bolivia

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