Pese a existir una ordenanza municipal, que prohíbe la presencia de animales de granja en la ciudad, y especialmente en las calles, aún hay burros en la zona de la Terminal de Buses, y no se advierte autoridad que ponga orden y haga cumplir las leyes.
Muy temprano en la mañana los burros son arriados por sus dueños hacia la Terminal de Buses, lugar donde llegan los visitantes de todas partes del país y del mundo, y se llevan una primera impresión bastante desagradable.
Pero no solo es la permanencia de los animales en ese lugar, sino el engaño que sufren las personas que, creyendo en los beneficios de la leche de las burras, la consumen, pues las dueñas de los animales en principio indican que el costo es dos bolivianos, las personas toman el pequeño vaso y al momento de pagar les cobran doce bolivianos.
Consultado el responsable del Centro Municipal de Zoonosis (Cemzoor), Jaime Corrales, sobre este tema, respondió que ellos no pueden hacer mucho, pues se les retira a estas personas del lugar, pero al día siguiente nuevamente vuelven.
"Lo único que podemos hacer es recomendar a las personas que no los lleven por allá, porque es un peligro para todos los transeúntes, los vehículos pero más allá de eso tendríamos que acudir a la Policía, porque los sacamos del lugar, pero día a día vuelven", manifestó Corrales.
Dijo que la gente hace caso omiso a esta prohibición, pues incluso se decomisaron caballos, que han sido trasladados hasta el zoológico, pero la gente vuelve a cometer el mismo error.
Asimismo, indicó que el poco espacio que tienen no les permite decomisar los animales grandes, pues en el Cemzoor solo hay espacio para 30 perros.
"Muchas veces les hemos decomisado a los animales, pero tampoco tenemos un albergue enorme para mantener a los animales encerrados bajo custodia", indicó Corrales.
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