Los carnavales, hablando literalmente y haciendo alusión a la característica de ser un período de permisividad y descontrol, se adelantaron en Oruro, pues en muchos sentidos la ciudad que acogerá a en próximos días a visitantes nacionales y extranjeros, se tornó caótica, sostuvo el diputado Franz Choque Ulloa, haciendo hincapié a una serie de denuncias de molestos vecinos.
"Prácticamente la ciudad ha colapsado, el desorden es notorio por todos los sectores, e inclusive por el casco viejo, esperemos que este conflicto urbano pueda ser solucionado en un tiempo perentorio, tomando en cuenta la proximidad del Carnaval", expresó Choque Ulloa.
A pocos días de la realización de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, vecinos de diferentes zonas de Oruro, sostienen que la ciudad se convirtió en un lugar caótico, por muchas situaciones como por ejemplo la gran cantidad de basura, el incontrolable comportamiento de adolecentes y jovenzuelos por el consumo de bebidas alcohólicas, que son vendidas sin el control del Municipio; comerciantes apostados inclusive en la Plaza de Armas; mercados sucios; semáforos que no funcionan y otros pequeños grandes problemas que cansaron a la población en general.
La presidenta de la Federación Departamental de Juntas Vecinales de Oruro (Fedjuve), Ketty Vallejos, manifestó que el problema de la basura, no solamente es asunto de la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO), sino también de gran parte de la ciudadanía, que no contribuye a mantener la ciudad limpia. Esta percepción es la misma del presidente del Comité de Vigilancia, Germán Ayala, llamando a la conciencia de los orureños, para que cambien de actitud, que también perjudica cuando se producen precipitaciones pluviales, inundando barrios de la urbe orureña.
En este sentido, LA PATRIA conversó con varios ciudadanos de a pie, que expresaron su molestia, también relacionada a otros conflictos, como Patricia Medina y Raúl Castro, que fijaron su preocupación en el trabajo de la Oficina de Defensa al Consumidor y la guardia municipal, porque por estos días el precio de productos de la canasta familiar subieron de precio, en especial las frutas. Al margen de aquello, la venta de bebidas sin control alguno a jóvenes que por ejemplo este domingo convirtieron la Plaza 10 de Febrero en una cantina al aire libre, aprovechando el recorrido de varios conjuntos folklóricos.
"La pregunta es saber donde están los padres de estos chicos, esta situación que se repite cada año en estas fechas es deplorable. Pero también tiene que ver el trabajo de Defensa al Consumidor, me enteré que otra vez cambiaron al encargado de esta repartición, eso es lo que está fallando, no hay continuidad en su labor", señaló la presidenta de la Fedjuve.
En este contexto, Julio César Quispe, orureño que radica en la ciudad de Santa Cruz, que llegó a Oruro por carnavales, indicó molesto: "Es triste llegar de tan lejos y ver a una ciudad que parece un pueblo, llena de basura y desordenada, ni los semáforos están funcionando y esta época cuando comienzan las clases es muy peligrosa, si vemos existen comerciantes por todo lado, parece que ni la alcaldesa, ni los concejales están trabajando, no se ven los frutos, porque no simplemente es hacer obras de cemento, el mejoramiento urbano de una ciudad va más allá de eso", reflexionó Quispe.
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