Mucha gente que se dio cita a presenciar la Entrada del Carnaval, así como danzarines y músicos, convirtieron las calles de la ciudad en mingitorios públicos, pues orinaron al lado de los baños que se colocaron en diferentes bocacalles del recorrido.
Las calles sirvieron para que grandes y chicos las utilicen como baños al aire libre provocando focos de contaminación y malos olores, dando una mala imagen de la ciudad.
Año tras año se trata de mejorar los servicios de los baños públicos, pues aunque aún existen algunos que son casetas armadas con calaminas, en diferentes calles se instalaron baños en los que se usan sustancias químicas, para desintegrar los desechos, permitiendo contar con un mejor servicio, y ni siquiera requerir de agua, ya que antes se ponían turriles con agua y recipientes desde donde se tenía que extraer el líquido elemento para limpiar los servicios higiénicos.
Los baños públicos, instalados en las bocacalles, cuyo objetivo es no permitir que las calles se ensucien, fueron muy concurridos en horas de la mañana y parte de la tarde, pero aproximadamente desde las 15:00 horas las personas vieron en la vía pública la mejor opción para orinar, sin tener que pagar, ni hacer fila para esperar su turno.
Vecinos de las calles cercanas a la Ruta del Carnaval, expresaron su molestia al ver que las paredes de sus viviendas y las aceras, estaban sucias, y que esto se repitió desde el pasado jueves cuando se realizó la entrada de la Anata Andina.
Ante esta situación muchos optaron por lavar los espacios públicos, pero la pestilencia permanecía.
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