Una cantidad innumerable de motorizados protagonizó la noche del viernes 8 de enero, una fila interminable en los puestos de control técnico de Huari y Challapata ambos del departamento de Oruro. El motivo fue el retorno del público a sus lugares de origen por la carretera que los llevó a la competencia del Rally Dakar.
Una vez que terminó la competencia en el departamento de Oruro, los asistentes retornaron en sus vehículos particulares y otros en motorizados de servicio público a La Paz, Cochabamba, Tarija, Oruro y Santa Cruz.
La asistencia masiva originó un "embotellamiento" vehicular en los puestos de control técnico en principio en Huari, a 130 kilómetros al Sur de la Capital del Folklore de Bolivia. Desde la tranca hacia el lado de Quillacas la fila era interminable.
Los vehículos avanzaban lentamente aguardando su turno para pasar. Otros conductores decidieron ir por calles alternas de Huari y meterse a la fila lo más cercano posible a la tranca.
Aquel hecho hizo que los dos pasos del puesto técnico de control se habiliten para facilitar mayor flujo en el desplazamiento de los vehículos. El segundo obstáculo con otra fila interminable de vehículos, fue la tranca de Challapata, a 120 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro. A esa fila se sumaron los buses que llegaban del Sur del país, Tarija, Potosí y Sucre. Los conductores junto a sus pasajeros, no les quedó otra alternativa, que tener paciencia para pasar por ambos lugares y seguir su marcha que se extendió hasta la madrugada del sábado.
En la tranca de Vichuloma, ya en el ingreso mismo de la urbe orureña, no se tuvo tantos inconvenientes, como en los dos casos anteriores.
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