sábado, 9 de febrero de 2013

La obra de 45 metros de altura que representa a la Virgen del Socavón renueva la fe católica de los orureños



Historiadores, investigadores y estudiosos de la cultura y tradiciones de Oruro aseguran que una nueva leyenda sobre la figura de la Virgen del Socavón se ha sumado en el imaginario de los orureños, una que se enlaza con la historia de cómo nació la construcción de la monumental obra de 45,4 metros de altura y 1.500 toneladas de peso que representa a la Mamita y que bendice y cuida desde este mes a la ciudad desde la cima del cerro Santa Bárbara. Sitio que según los entrevistados, vecinos y autoridades se convertirá en centro de peregrinación religiosa y de atracción turística.

El rector del Santuario del Socavón, Omar Leyva, asegura que aunque la imagen original de la Virgen de la Candelaria está en el santuario, la estatua consolida y confirma que ésta es, sin duda, el ícono que mejor representa a la tierra y la gente de Oruro. “Estoy convencido de que más allá de católicos y no católicos, para todos los habitantes de la urbe esta efigie se constituye en su símbolo; por lo tanto, ya es un lugar de peregrinación, pero no para adorar a ese trozo de cemento o de yeso o de madera, sino que estamos en comunión con aquello que nos representa la presencia de la Madre de Dios”.

Durante los dos años que tomó la elaboración del monumento, los devotos lo visitaban para mirar el avance y realizar plegarias. Más aún, el día de su inauguración, el viernes 1, decenas de fieles, desde niños hasta personas de la tercera edad, se dieron modos para trepar la montaña y saludar a la inmensa Mamita. No obstante, en criterio del presidente del Comité Departamental de Etnografía y Folklore, Maurice Cazorla, el área donde radica la obra de arte no debe dar paso a idolatrías ni paralelismos equivocados, ya que la verdadera imagen está en su santuario.

Para el arquitecto e investigador Boris Medina, la estatua ha generado “una especie de resurgimiento de la fe católica muy grande en estos tiempos de crisis de valores en el mundo y el país, y ha demostrado que el pueblo boliviano es católico en su mayoría y, por ello, seguro que será un sitio de peregrinación no sólo de bolivianos, sino de creyentes extranjeros”. A la par, el antropólogo y escritor Carlos Condarco puntualiza que la romería a la punta del cerro será más intensa en las fechas de la fiesta de la Virgen de la Candelaria, a inicios de febrero, que implican la purificación mediante las candelas y están asociadas con los trabajos agrícolas y rituales para que las heladas no sean riesgosas.

El investigador Estanislao Aquino señala que la Virgen del Socavón es una pintura colonial anónima y de una tradición que va más allá de la fundación de la Villa de Oruro, y no descarta que el monumento se convierta en una zona de peregrinación “porque se va a poder salir de la ciudad hacia una altura para visitarla”. Y hay otra actividad que puede impulsar esta imponente pieza: el turismo, un plan con el que comulgan la Gobernación y la Alcaldía. Empero, para ello es necesario apostar por la dotación de servicios.

“Puede convertirse en un sitio turístico si se le otorga otros complementos: como un mirador donde se instale, por ejemplo, catalejos para explicar la historia de Oruro. El objeto puede atraer, pero esto hay que saberlo explotar con medidas bien hechas”, complementa Aquino.

Mientras que para Aquino, la inauguración de la estatua ya la catapultó en un atractivo en el ámbito internacional, “no por algo las cadenas internacionales de televisión y medios escritos y páginas de la red de internet cubrieron este acto”.

Sin embargo, Medina advierte que el cerro Santa Bárbara —que antes de la llegada de los españoles era conocido como Luricancho, según versiones bibliográficas— precisa mejoras en cuanto a sus accesos, puesto que los actuales son tortuosos y peligrosos. Inclusive “se requiere el acabado de su entorno urbano porque no es cuestión de poner jardineras o asfaltar sitios; eso es competencia del municipio, que debe encarar proyectos de turismo internacional que tendrán un importante impacto económico para la ciudad”.

Cazorla asegura que el tamaño ya convierte a la obra en un centro turístico nacional y mundial. Como dato: la pieza es la más alta de Latinoamérica entre sus similares, como el Cristo del Corcovado de Brasil. “Cuando uno viene de Cochabamba, La Paz o Potosí, la imagen se nota de lejos”. Y recomienda que, aparte de mejorar el acceso a la montaña, es necesario divulgar quién es la Virgen del Socavón, promover su historia, por que existen pocos trabajos de ello.

El encargado de la Unidad de Turismo de la Gobernación, Pedro Ramos, adelanta que se analiza cómo darle un plus al monumento, lo que permita visitas del interior y del exterior del país. Más todavía, se cuenta con un plan de construcción mancomunado, entre la Alcaldía y la Gobernación, de un teleférico que una la estatua con la explanada del Santuario del Socavón, aparte de una iluminación especial para esta obra que será promocionada en el extranjero con una partida inicial de medio millón de bolivianos. Y también se trabaja un convenio con el Ministerio de Culturas para que el lugar acoja exposiciones de arte.

Los primeros pasos para el turismo

Inauguración • El monumento de la Virgen del Socavón que se encuentra en el cerro Santa Bárbara de la ciudad de Oruro, ya cuenta con una pequeña capilla, un mirador y un restaurante para los visitantes.

El artista que impulsó una obra de arte majestuosa

El escultor Rolando Rocha dirigió el proyecto del monumento de la Virgen del Socavón. Cuenta que desde niño tuvo inclinación por el arte.

Resalta que unas 70 personas, entre mano de obra auxiliar y escultores, participaron en la construcción de la obra que habita en el cerro Santa Bárbara.

Nació en Oruro el 29 de marzo de 1980, es soltero, su madre es Liliana Medrano Ledezma (62) y su padre, Emilio Rocha Arce (+). Tiene dos hermanos mayores: Edwin, dedicado a un negocio particular, y Ana Lilian, abogada que trabaja en la ciudad de Sucre; y los menores son Raúl, pianista de jazz, y Adolfo, todos lo apoyaron en la ejecución de la imponente pieza.

Rocha también fue el autor del monumento dedicado a José “Jach’a” Flores, reconocido compositor orureño de morenadas; los dinosaurios del Parque Cretácico de Sucre; la estatua de Manuel de Castro y Padilla, el oidor de la Real Audiencia de Charcas que fundó la Villa Real de San Felipe de Austria (hoy Oruro), entre otras piezas.


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