Las calles de Oruro encierran una serie de historias, que gracias a la oralidad no se pierden en el tiempo. De entre todas estas el caminar por la vieja arteria Junín del casco viejo de la ciudad, sobre todo cerca de la media noche, causa una serie de sensaciones, pues brisa helada corre soplando tenuemente a los ocasionales transeúntes, como un resabio de aterradores y demoniacos incidentes que fueron atenuados por la Cruz Verde, actualmente depositada en el Santuario de la Virgen del Socavón.
La calle Junín de Oruro es el depositario al aire libre de una serie de relatos transmitidos de generación en generación, historias que en definitiva erizan los pelos de la piel.
Esta vía es en realidad una de las más antiguas de la ciudad, fundada el 1 de noviembre de 1606, por el oidor de la Real Audiencia de Charcas, Manuel de Castro y Padilla, como un centro minero de plata en la región de los Urus, con el nombre de "Villa de San Felipe de Austria" en honor al monarca español Felipe III.
La "Junín" circunda a una cuadra, la Plaza de Armas 10 Febrero, paralela a la calle Adolfo Mier, tomando en cuenta la planificación urbanística por dameros, método que utilizaron los españoles para la fundación de los asentamientos coloniales, que tomaban en cuenta una estructura que se desarrolle en torno al centro político y administrativo, con instituciones en la actualidad como los gobiernos autónomos del Municipio y del Departamento de Oruro.
Según investigaciones del historiador Ángel Torres Sejas, el denominativo primigenio a estas calles era otorgado en base a la actividad que se desarrollaba en ellas, como el caso de la vía rotulada como La Plata, en la que estaba ubicado el edificio de las cajas reales o recaudación de los quintos para el Rey, por tanto se llamaba "La Nueva" o de las "Cajas Reales".
En este contexto, la ahora calle Junín, denominada así en honor a la batalla del mismo nombre librada en Perú, uno de los últimos enfrentamientos para la independencia de América, llevaba el rótulo de "Cruz Verde", en alusión a los hechos tenebrosos que se suscitaban.
Son muchos los relatos que tienen como origen a esta estrecha vía, sobre todo desde el Socavón hasta la calle 6 de Octubre, pero primero centrémonos en las historias de la famosa Cruz Verde, pues también existen varias interpretaciones de este elemento sacro, utilizado por la Iglesia Católica en el periodo de la Inquisición. De hecho, una de las calles de esa época en Madrid, España, lleva ese nombre, precisamente por ese símbolo.
Una de ellas sostiene que en la época de la colonia, se produjo un amorío prohibido y tormentoso entre un médico peruano proveniente de Lima con su comadre, hecho que provocó que de uno de los socavones del Pie de Gallo, a la media noche salga una carreta de fuego guiada por el demonio para bajar la empedrada calle Junín hasta su domicilio, para llevárselos a los mismísimos avernos.
Esta escalofriante escena se repetía noche tras noche, así que la población junto al estamento eclesial determinaron empotrar una Cruz Verde, para alejar esta imagen horrenda y aterradora, acompañada del ruido del viejo carruaje y de las pezuñas de negros corceles. Los relatos cuentan que a cualquier individuo que osaba caminar por esta calle, cuando las sombras de la noche la cubrían, se desmayaba, moría por el aterrador espectáculo o en algún caso era raptado por el carruaje endemoniado.
Otra de las historias, que fueron transmitidas oralmente sobre todo por personas mayores, refiere que en la calle Junín y La Plata existía una vivienda en la que moraba en soledad una beata. El carruaje fue visto por esta mujer que luego recibió la visita del cochero que resultó ser una especie de monje con el rostro cubierto por la capucha de su sotana, éste le dejó una bolsa que recogería al día siguiente, dejando de recomendación que no debía ver el contenido.
Pero más pudo la curiosidad, pues la mujer descubriría que tal escabrosa encomienda, era en realidad un miembro seccionado de un cuerpo humano. Por el desacato a lo encomendado por el espeluznante monje, tuvo que pagar un terrible costo, ya que fue trasladada inmediatamente en el carruaje hasta el fondo de los abismos.
Al margen de las historias relacionadas a la Cruz Verde, también cuentan que circula por la calle Junín y la Avenida Cívica, el alma de una mujer que espanta sobre todo a ebrios, pues primeramente se muestra con una beldad y luego aparece su rostro huesudo. Las personas que cuentan esta historia, argumentan que este fenómeno paranormal se habría suscitado porque por el sector se produjo un accidente en el que fallecieron varias personas.
Otro detalle curioso que circunda el sector de esta antigua calle, son dos antiquísimos cementerios en los que ahora se erigen edificios e infraestructuras, uno de ellos ubicado en entre la Washington y Presidente Montes y el otro al llegar a la popular 6 de Octubre. Estos antiguos emplazamientos levantan una serie de conjeturas sobre lo "pesada" que es la calle Junín, en otrora llamada Cruz Verde, espacio urbano que forma parte de la Alta Tierra de Oruro, tierra de leyendas, mitos y tradiciones ancestrales.
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