domingo, 10 de febrero de 2013

Efeméride de Oruro coincide con el carnaval de mayor jerarquía mundial

Oruro recuerda hoy la revolución del 10 de Febrero que se constituye en su efeméride y a la vez, vibra con el fastuoso carnaval que el 2001 fue proclamado como una Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por ser considerado como un “símbolo cultural integrador de Bolivia”, por sus características religiosas, históricas y culturales, que atrae a más de 500 mil espectadores, 40 mil danzarines, 10 mil músicos y una avenida de peregrinación inusual alistada con anticipación.

La alcaldesa municipal, Rossio Pimentel, dio la bienvenida a los turistas nacionales y extranjeros. “El Carnaval de Oruro es la máxima expresión cultural de Bolivia. Bienvenidos a todos nuestros visitantes y esperamos que esta nueva edición signifique un espectáculo de unidad cultural y religiosa, en honor a nuestra Virgen del Socavón”, expresó.

El presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore, Jacinto Quispaya, dijo que este espectáculo “ha sido preparado con mucha anticipación, para que el mundo entero pueda admirar cada una de las danzas, el colorido y la variedad de música que sólo se puede vivir en el Carnaval de Oruro, un patrimonio de la humanidad”.

Según el historiador y folklorólogo, Fabricio Cazorla Murillo, el Carnaval de Oruro ha crecido durante los últimos treinta años, gracias a la participación de los medios de comunicación, especialmente de periódicos, revistas y libros que se editaron para mostrar un espectáculo diferente desde hace más de cien años y, más aún, con la aparición de la televisión.

“Todos quieren bailar en el Carnaval de Oruro, en sus conjuntos y en las calles. Aquí viene gente de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Tarija. Otros, en cambio, por la devoción llegan desde el exterior, para incorporarse a los conjuntos folklóricos”, afirmó.

El crecimiento del carnaval “parece ser incontrolable, porque cada año que pasa hay mayor cantidad de espectadores y mayores son las necesidades y los servicios que se requieren para que los turistas puedan ser acogidos, ya no sólo el día de la peregrinación, sino días antes”.

Las graderías fueron construidas con una semana de anticipación, las cuales cada año son más grandes, sofisticadas y con mejores adornos. En algunos lugares, existen arcos inmensos cubiertos con juego de luces, para que los conjuntos folklóricos que bailan por las noches puedan seguir su danza de forma inalterable.

El antropólogo Estanislao Aquino Aramayo dijo que el Carnaval de Oruro “es la fiesta mayor de nuestra ciudad, es la expresión de tres diferentes culturas, dos de ellas con origen milenario agrícola y una de dogma religiosa; la fiesta tiene como nombre genérico el de Carnaval de Oruro, a pesar de tener muy poco de carnestolenda”.

Las culturas presentes en la fiesta -agregó-, son la agrícola y ancestral en la región andina, que se concentra en la Anata Andina, el antruejo o carnaval traído desde las costas del Mediterráneo, de los continentes europeo y africano y la tercera que está dedicada a la devoción popular en la religión católica.

Esta fiesta -según Aquino Aramayo-, era exclusiva para los europeos, de ella sólo nos quedan los bailes sociales, las mascaradas y los corsos, con una participación más democrática.

En cambio, en Oruro surgió la fiesta patronal del Socavón, una nueva religión, junto a ella sus formas de entender la devoción, desde 1789.

La mayor devoción popular ha sido de los gremios locales, junto a estos, en el siglo XIX estaban grupos de jóvenes y mayores, que bailaban tres años, previa promesa a los pies de la imagen de la Virgen del Socavón, gremios que actualmente tienen plena vigencia, porque las comparsas representan a una actividad laboral, pero, durante la última década, los jóvenes de la clase media se apropiaron de cada conjunto.

A las danzas de la diablada, la morenada, los tinkus y los caporales, que son la máxima atracción, se incorporan las danzas autóctonas como las tarqueadas, los zampoñaris, los qantus, los awatiris y los suri sicuris.

En cambio, los autóctonas son aquellos que tratan de dar sentido cultural propio a las danzas como de los tinkus, el encuentro de comunidades para medir fuerzas y supremacía; los potolos o Jalqa, la danza de una comunidad del Norte Potosí, y los phujllay, una representación histórica de Tarabuco, que recuerda a los difuntos que perecieron por su libertad.

DATOS

El Carnaval de Oruro es un proceso cultural que se prepara con tres meses de anticipación, con veladas en honor a la Virgen del Socavón, cada sábado y los ensayos de los domingos. Durante el fin de semana, el carnaval llegó a su máxima expresión.

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