Consternación en Oruro que demanda respuestas

Los habitantes de Oruro amanecieron acongojados por la muerte de Kevin Beltrán, un joven hincha de San José que el miércoles llegó desde Cochabamba para ver el partido de su equipo, pero lamentablemente apenas pudo observar cinco minutos del juego antes de perder la vida.

En medio de una persistente lluvia que se prolongó desde la noche anterior, el gobernador de Oruro, Félix Santos Tito, fue hasta el Comando de la Policía y exigió explicaciones a las fuerzas del orden antes de dar una conferencia de prensa en la que lamentó la muerte de Beltrán y anunció que realizará gestiones ante las autoridades deportivas y las encargadas de resguardar el orden en el estadio para que esto no vuelva a suceder.

Uno de los más cuestionados en la jornada de ayer fue el comandante de la Policía de Oruro, Carlos Quiroga, a quien le reclamaron por haber permitido el ingreso de tantos hinchas brasileños de Corinthians, que en el estadio sumaron alrededor de 350, de los cuales 45 habían llegado de San Pablo (Brasil).

Quiroga se defendió asegurando que él mismo había ido tres veces al estadio desde el mediodía del miércoles y que ordenó acordonar los accesos en tres perímetros para ejercer un control minucioso del ingreso de los hinchas; sin embargo, no supo explicar cómo ingresaron las bengalas que durante el partido fueron lanzadas por los brasileños.

Varias fueron las hipótesis y conjeturas que se manejaban ayer en la capital del Pagador sobre la muerte del joven hincha. Por un lado, había quienes aseguraban que los policías controlaron bien el ingreso al estadio, pero no se percataron de las bengalas, que supuestamente ingresaron en uno de los vehículos de apoyo logístico facilitado al equipo visitante.

Por el otro, según algunos periodistas brasileños que se quedaron para cubrir la suerte de sus compatriotas aprehendidos en Oruro, el supuesto hincha que lanzó la bengala había apuntado al cielo, pero debido a la algarabía por el gol se quemó los dedos y perdió el control del disparo. “¿Quién puede pensar que una persona va a ir a un estadio a tratar de matar con alevosía a un niño?”, se preguntaban ayer los brasileños.

Informe forense

Kevin Beltrán Espada murió a consecuencia de un traumatismo encéfalo-craneano provocado por la penetración de un objeto explosivo (bengala) que tenía un diámetro de 2,5 centímetros y un largo de 22 cm.

En el informe brindado por los responsables de la morgue del hospital Obrero y cotejado por la Policía, da cuenta de que la bengala le penetró el ojo derecho y le atravesó todo el cráneo provocando un orificio de salida.

Los restos del hincha fueron llevados a Cochabamba

Hoy definen la suerte de los 12 brasileños

En horario aún por definir, los 12 ciudadanos brasileños que están detenidos por la muerte de Kevin Beltrán Espada serán puestos hoy ante el juez cautelar, quien definirá si estos se defienden en libertad o van presos, preventivamente, hasta el juicio.

La audiencia no se realizó ayer, pero los extranjeros ya están en celdas del juzgado, hasta donde fueron trasladados ayer, casi al final de la tarde.

Abigail Saba, fiscal asignada al caso, informó de que imputará a dos de los detenidos por el delito de homicidio, ya que estos tenían dos bengalas similares a la que mató a Kevin, mientras que a los 10 los acusará de complicidad. El delito de homicidio en Bolivia se castiga con 5 a 20 años de cárcel.

YO OPINO

“Estamos viendo la forma de ayudar a la familia, pero no creo que ahora sea el momento. Hay mucho dolor de por medio”.
Mário Gobbi Filho / Pdte. De Corinthians

“La muerte de este chico mató por completo el espectáculo en Bolivia. Ahora nadie usará juegos artificales”.
Carlos Reja / Pdte. De La Barra Los Chiflados

“Una joven vida segada a raíz de una extrema sin razón, causando luto y dolor entre los miembros de una familia”.
Nicolás Leoz / Pdte. De La Conmebol