La rabia canina se convirtió en una enfermedad incontrolable para las autoridades del Servicio Departamental de Salud (Sedes), desde hace un año, cuando un grupo de canes abandonados mordieron a llamas que, después de un examen de laboratorio, se confirmó que transmitieron el mal.
El pasado año se registró 40 casos de rabia canina, incluyendo a dos personas que, después de varios meses murieron con la infección, por falta de atención médica oportuna. En cambio, en la presente gestión, en menos de cinco meses, ya se registraron 28 casos confirmados.
“Cada semana se realizan campañas de vacunación en los barrios donde se registran estos casos, con el objetivo de controlar la enfermedad. Por ese motivo, se declaró alerta amarilla, porque los casos de rabia canina están en aumento en el departamento de Oruro”, afirmó el responsable de la unidad de Zoonosis del Sedes, Ernesto Vásquez.
La declaratoria de alerta amarilla significa “permanente control de los casos de rabia canina y campañas de vacunación, para evitar la proliferación de esa enfermedad contagiosa, que incluso ha afectado a otros animales, como llamas y ovejas, en algunas zonas rurales del departamento”.
Vásquez explicó que, por el momento, no hay rabia canina en humanos, como consecuencia del inmediato control sanitario de las personas que resultan infectadas por mordeduras de los perros que siguen deambulando en las calles, especialmente los barrios periféricos de la ciudad.
Según el Decreto Departamental 04/2015, en cumplimiento de los informes técnicos y legales, la Asamblea Legislativa Departamental ha declarado la alerta amarilla, porque “existe el riesgo potencial del contagio en diferentes zonas de la ciudad de Oruro, en forma particular, pero también en los alrededores”.
Los 28 casos confirmados en menos de cinco meses obliga a las autoridades del Servicio Departamental de Salud a “trabajar en forma estratégica, con la formación de tres comisiones, como son salud, comunicación y evacuación, para que cada uno de los sectores, cumpla sus obligaciones como dispone la alerta amarilla”, confirmó el responsable de la Unidad de Epidemiología del Sedes, Roberto Amusquivar.
El trabajo no solamente será de parte de los funcionarios del Sedes, sino también del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), la Dirección de Comunicación del Gobierno Departamental, el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro y la comisión de asistencia, el Gobierno Municipal de Oruro y de las poblaciones aledañas.
“Tenemos que resguardar la salud de la población orureña, pero también de los animales, como las llamas y ovejas, que en algunos sectores están siendo atacados por los canes vagabundos”, explicó Amusquivar.
Para empezar, seguirá la campaña de vacunación de los perros, en las zonas donde se ha detectado el mal de rabia. Para el efecto, se ha dispuesto un Centro de Operaciones de Emergencia, que será dirigido por las autoridades del Sedes, mientras que los periodistas y medios de comunicación se encargarán del manejo del problema y la concienciación de la población sobre este problema sanitario.
El alcalde municipal, Juan José Ramírez, por su parte, anunció respaldar la iniciativa con una campaña de esterilización de los canes callejeros, aunque el trabajo, al respecto, es muy insignificante frente a la realidad. Hasta la fecha, se ha efectuado la esterilización de 150 canes, pero, según las estadísticas del Sedes, en Oruro hay 130.000 canes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario