jueves, 1 de noviembre de 2012

Oruro en la eternidad

Oruro fue eternizada desde el momento que los primeros pobladores se asentaron en esta zona geográfica del continente sudamericano, conocidos como Urus, ellos habitaban en el sector de Paria, sin embargo, fueron desplazados por los quechuas y aymaras hasta orillas de los lagos Uru Uru y Poopó.

Era un pueblo pacífico, sin embargo, fue sometido por la ambición aymara y luego la del Inca, posteriormente los incas se encargaron de la explotación de los metales en las serranías del pueblo Uru, hecho que ocurrió hasta la llegada de los españoles, cuando en 1535 fundaron el primer pueblo en el Kollasuyo, encabezados por Diego de Almagro, fue Paria, actualmente situada a 25 kilómetros al Noreste de la ciudad de Oruro.

Las minas de Lorenzo de Aldana que estaban en las serranías de Oruro fueron redescubiertas por los hermanos Francisco y Diego de Medrano en 1594, fue denominada "San Miguel de Uru Uru" y como no se podía pronunciar como tal, fue nombrada como "San Miguel de Oruro".

La plata estaba en su auge, por eso en 1605 se le encomendó a Diego de Medrano que solicite al Virrey del Perú o al presidente de la Audiencia de Charcas, mano de obra. La audiencia comisionó al capitán Paredes de Hinojosa que vaya a verificar al asiento de Oruro. Allí comprobó la gran riqueza de plata que existía. Antes de la fundación estaban asentados a los pies de los cerros 400 españoles con sus familias y más de mil nativos.

Ya en 1606, Manuel de Castro Castillo y Padilla verificó el asentamiento para su fundación y le dieron la orden que sea bautizada como la Villa de San Felipe de Austria, ceremonia que ocurrió el 1 de noviembre de 1606.

Para trabajar en el asentamiento y esta se convierta en villa, ordenó la demolición de los solares y viviendas improvisadas, para emplazar el nuevo damero de la ciudad, de acuerdo al trazo de Álvaro de Moya y Pedro de Maleto, para ese entonces ya había 150 casas.

Aunque se presume que Oruro se asentó sobre una vieja construcción inca, cuyo centro era la actual Plaza 10 de Febrero denominada Aucaypata y Cusipata, la Plaza del Regocijo o Castro y Padilla en la actualidad.

Se hizo un nuevo trazado de la ciudad de acuerdo a las ordenanzas de Carlos V y Felipe III, se establecía que la ciudad debía tener manzanas cuadriculadas.

El primer alcalde de Oruro fue don Francisco de Medrano, le sucedió Gerónimo de Ondegardo. Se instituyó el Cabildo cuya estructura debía ser construida en el sector Norte de la Plaza de Armas; mientras que a los mitayos se les ordenó que construyan sus casas en la Ranchería. Varias órdenes religiosas edificaron sus iglesias, entre ellos, los franciscanos, agustinos, dominicos y mercedarios.

El español Felipe de Godoy fue designado para hacer un informe de la Villa, sus documentos justificaron la veracidad de una ciudad próspera, no por algo Oruro competía con Potosí en el número de habitantes, ya que en 1680 en la Villa habitaban 80 mil personas.

El contrapeso del desarrollo de la ciudad de Oruro, fueron siempre los levantamientos armados propiciados por los indios, mestizos y criollos en pos de una libertad del yugo. Clara muestra de ello fue lo que ocurrió en 1739, con un intento de levantamiento armado con un documento serio para volver al incario mediante el "Manifiesto de Agravios" de Juan Vélez de Córdoba.

Posteriormente, el cierre de varias minas por inundaciones obligó a los españoles y mineros a abandonar Oruro, y en 1780 se registraron 25 mil habitantes aproximadamente.

Por otro lado, la primera gesta libertaria de América, 10 de Febrero de 1781, prácticamente terminó con la destrucción de la ciudad, se quemaron sin reparo las casas de los españoles y otras como fruto del ambiente revolucionario.

La urbe fue diezmada y mucho más con los alzamientos independentistas, una de las fechas fue el 6 de Octubre de 1810. Oruro debía ser la sede para la fundación de la República, lo que ameritaría un repunte en su economía, sin embargo, los abogados de Chuquisaca imposibilitaron esa hecho, cambiando la sede a Chuquisaca, aunque los orureños cobrarían venganza en 1899, cuando se estalló la Guerra Federal, apoyaron a La Paz para el traslado de la sede política a esa ciudad del Norte.

A partir de 1890, después de la Guerra del Pacífico hasta 1930, antes de la Guerra del Chaco, Oruro viviría la mejor época de su vida como ciudad, debido a la llegada del ferrocarril a esta capital, el 15 de mayo de 1892. Con ello, el progreso nuevamente floreció en la Alta Tierra de los Urus, con la presencia de extranjeros ingleses, alemanes, franceses, eslavos y norteamericanos que potenciaron la economía de la región. Ese año también se creó la Universidad de San Agustín, actualmente Universidad Técnica de Oruro (UTO).

La gran actividad económica de la región originó la fundación de la Cámara de Comercio de Oruro en 1897.

Al inicio de ese periodo, la ciudad sólo tenía 6.000 habitantes y sus calles eran tortuosas, con carencia de higiene y pavimento. Sin embargo, el comercio, la minería y la industria hicieron renacer a Oruro. Para 1900, la ciudad ya tenía 15.900 habitantes. En 1914 el 20 por ciento de la población era extranjera.

A partir del mismo año, la urbe cambia de aspecto y se comienzan a edificar casas al estilo europeo, como la casa de Simón I. Patiño o el Palais Concert; el proceso de arborización se acelera, la tarea se inicia desde la misma Plaza 10 de Febrero. Se mejoró la distribución del agua potable en 1907 siendo la primera de Bolivia, el alumbrado público, el aseo de la ciudad y el transporte público a través de los tranvías.

El alcantarillado y el pavimento de sus calles recién se establecieron en 1926, año en el que también se fundaron empresa luz y de teléfonos. En 1909 se construyó el primer mercado funcional próximo a la Iglesia de Santo Domingo. Simultáneamente ya funcionaba el Hospital General "San Juan de Dios" con tres médicos. Como en ninguna otra ciudad, Oruro gozaba del mejor cementerio con cinco mausoleos, el de los eslavos, la comunidad alemana, la judía, el de la Sociedad de Obreros de San José.

En esa época diez eran los hoteles en funcionamiento y doce los bancos, muchos de ellos respaldadas por inversiones extranjeras. Oruro había ingresado a la época de la modernidad y era considerada la primera ciudad de Bolivia.

Lo interesante de la ciudad, fue que afrontó en esa época problemas que aún son un dolor de cabeza, como el tema de la basura, los indigentes y la proliferación de la basura. Por ello, los medios de prensa se "estrellaban" con la Policía Urbana, porque no daban solución a esos problemas.

El desarrollo de la ciudad, estaba marcado por las retretas de gala que se ofrecían en la Plaza 10 de Febrero, y que sólo podía ser observada por la clase pudiente. La prensa era manejada por los abogados y la clase de élite.

La minería mediante la explotación de estaño motivó la creación de decenas de empresas mineras, algunas con oficinas en Chile.

En esa época el Carnaval de Oruro tenía dos facetas, una la de la élite, al mero estilo europeo; y la otra dedicada a la Patrona del Socavón que estaba a cargo del pueblo, para 1905 se dio un realce mayor a dicha actividad con la presencia de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro que nació el 25 de Noviembre de 1904, con presencia de artesanos y matarifes, quienes encaminaron a futuro el desarrollo del ahora conocido como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Dicha manifestación no podía ingresar a la Plaza de Armas, hecho que ocurrió recién a fines de la década del 40, cuando la élite comenzó a empoderarse de las danzas del pueblo, con el nacimiento en 1944 de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada.

La época de oro de Oruro, terminó con el inicio de la Guerra del Chaco en junio de 1932. La pobreza por la caída en la explotación de minerales fue prácticamente el fin de una época de bonanza.

Pese a esa situación, en varias de las etapas históricas, la ciudad de Oruro, fue el centro político del país, y desde esta urbe se tomaron decisiones importantes para la vida de la nación. La minería pese a sus altas y bajas se constituyó siempre en el bastión económico de la región. La ciudad comenzó a crecer de manera desordenada y sin una planificación futurista, hecho que aún se refleja y más a partir de 2006 cuando los avasallamientos en las zonas alejadas de la ciudad fueron el dolor de cabeza de los orureños y de las autoridades de turno.

Actualmente, Oruro se consolidó como una ciudad estratégica por su ubicación geográfica, cuyas demandas de progreso pasan por un proyecto denominado "Puerto Seco", carreteras internacionales que vinculen a la ciudad como centro de la integración sudamericana, proyectos que avanzan lentamente.

La situación de la ciudad, cambió a partir de 1985 cuando el gobierno de Víctor Paz Estenssoro decide relocalizar a más de 50 mil mineros, muchos de ellos llegaron a la urbe para dedicarse a la actividad comercial, que hoy en día se torna en incontrolable por el desorden que existe y la falta de una cultura por ocupar muchos mercados construidos, pero que a la fecha están vacíos.

Las calles mejoraron, principalmente las de los barrios que antes se denominaron como periurbanos, el asfalto les cambió de rostro. La falta de una política de arborización en la ciudad es una de las debilidades para combatir el clima seco que tiene la región, pero que también pasa por una educación medioambiental de los ciudadanos.

El transporte en la actualidad es otro de los dolores de cabeza, por la hegemonía que quieren llevar los tres operadores del servicio público. La carencia de una cultura por la limpieza también se pone de manifiesto, como al inicio del siglo anterior, cuando se intentaba pelear contra la basura, los canes vagabundos y los indigentes.

En fin, Oruro, pese a todo es una ciudad próspera, que lo único que necesita para volver a resurgir, es la unión de sus habitantes, dejando atrás intereses de tipo político, sectoriales y personales. Existen proyecciones para que a partir de 2013, la ciudad ingrese nuevamente a la modernidad con pasos a desnivel, para lidiar con el tráfico vehicular, un túnel que una el Sur con el centro de la ciudad, por la zona de La Tetilla, proyecto que tiene un costo de 33 millones de dólares y el objetivo de tener una ciudad completamente asfaltada.



FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Cajías de la Vega, Fernando

Oruro 1781: Sublevación de indios y rebelión criolla. La Paz, Tomo I, 2005

Ángel Torres Sejas

Oruro en su Historia. La Paz, Librería Editorial Juventud, 1994

Colección Cuarto Centenario de Oruro

Ensayos históricos sobre Oruro. Instituto de Estudios Bolivianos. La Paz, 2006
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