Las fuentes de agua que existen en las diferentes plazas de la ciudad alegran la vista y muestran un panorama vivo, por el movimiento y el sonido que emiten, pero salpican.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, las personas que quieren sacarse una foto cerca de las fuentes, se ven imposibilitadas de hacerlo, ya que el agua en vez de volver a ingresar a la fuente, sale de la misma salpicando a todo el que se le acerca.
Tal vez sea un error de ajuste de la potencia con que sale el agua, pero se debería hacer algo al respecto, pues no sólo se trata de que la gente quede mojada, o mejor, ni se le acerque, sino que el agua que debía estar en un circuito cerrado para no malgastarla, se desparrama por el piso desperdiciándose.
De mucho tiempo las fuentes se habilitaron, después de estar sin funcionar algunas por años, y como se mencionó líneas arriba, dando vida a los parques y plazas de la ciudad, pero los responsables deben revisar los sistemas de rotación del agua, para que no se desperdicie y pueda ser reutilizada y, para que quienes visitan las plazas y quieren tomarse fotos cerca de las fuentes se acerquen sin el temor a mojarse.
Esto se puede observar sobre todo en la Plaza 10 de Febrero, donde existe una fuente con querubines, bastante llamativa, donde además hay algunos animales que despiertan el interés, especialmente de los niños, que desde tiempos antiguos se sentaban en las estatuas por distracción o para que sus padres les sacaran una foto, pero hoy ya no pueden hacerlo, pues el agua de la fuente salpica hasta esos lugares.
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