El Ave Fénix símbolo de Oruro, es en definitiva la clara muestra de la fuerza, el coraje y el empuje del corazón y del espíritu de sus habitantes, que se refleja además en el emocionante ¡Salve Oh Patria!, cuando Bolivia evoca y reconoce el poder de los brazos de la Alta Tierra de los Urus.
Las contribuciones de la ciudad de Oruro para la Patria, son innumerables, pero sobresale sin duda alguna el otorgarle la posibilidad de contar con la primera entidad cívica del territorio nacional, la Benemérita y Centenaria Sociedad 10 de Febrero, vigente desde 1885 hasta la actualidad. Institución abanderada del civismo que luego consolidó su labor con la fundación del Bloque Oruro en 1943 y posteriormente el Comité Cívico en 1958.
Recientemente fue reestructurado el directorio de la Sociedad 10 de Febrero, liderado por Víctor Aramayo Manjón, reelecto por octava ocasión en este importante cargo de la institución primigenia del civismo boliviano, nacida en uno de los momentos más difíciles de Oruro y por ende de la nación.
El primer presidente electo fue Don Zenón Dalence acompañado por una personalidad orureña, el doctor Adolfo Mier, como vicepresidente y los señores José B. Caso y Juan Peláez como primer y segundo secretario.
El acta de fundación refiere: "El programa y reglamento interior será presentado y aprobado en las reuniones sucesivas que tendrán lugar. En comprometimiento de este acto suscriben los concurrentes, advirtiendo que esta Sociedad llevará el nombre de ‘10 de Febrero’".
El documento fundacional recoge los nombres y firmas de destacados personajes, como Zenón Dalence, José Ignacio León, Adolfo Mier, José María Chávez, Antonio Modesto Vásquez, J. Morales, A. Galleguillos, Ramón M. Parrado, José María Zuna, Isaac Luna, Vicente Menacho y otro ilegible.
Esta emblemática institución, a lo largo del siglo y cuarto de actividad ininterrumpida, se ha ganado el título de "Centenaria y Benemérita", no por un acto de autoproclamación, sino por un reconocimiento de la propia ciudadanía. En este sentido, el título de "Benemérita" figura en un documento de 1944 cuando se entregó el Acta Original del Decreto de Creación del Departamento de Oruro, constituyendo a la sociedad en depositaria de tan valioso documento que hoy se guarda en las bóvedas de una entidad bancaria. Destaca también con méritos propios, el trabajo desarrollado por la Sección Femenina de la Sociedad 10 de Febrero, que desde 1924 ha tenido una ejemplar actividad, bastando mencionar como muestra, la creación de la Escuela de Música "María Luisa Luzio", la Escuela de Artes Plásticas, y su aporte erigiendo el monumento al "Corazón de Jesús" por suscripción pública y otras numerosas iniciativas.
Su dimensión nacional y solidaria se refleja en el artículo 5º, que dice: "La Sociedad colaborará a los demás departamentos en asuntos de carácter nacional para lo que mantendrá contacto con sociedades similares de la República para hacer de esa manera una obra de carácter nacional dentro de una mutua comprensión y ayuda recíproca".
Hasta la creación del Comité Cívico, todas las Instituciones de Oruro solían acreditar sus delegados ante la Sociedad "10 de Febrero", acreditación que algunas de ellas han mantenido hasta hace poco tiempo.
En este transcurrir, el trabajo cívico de patricios orureños fue reforzado el 23 de enero de 1943, fecha en la que se fundó el Bloque Oruro, actualmente presidido por Edwin Torres. En aquel entonces congregaba a un largo listado de prestigiosos caballeros y damas orureñas que vislumbraron un promisor futuro para la tierra que los viera nacer. El aporte del Bloque Oruro fue sostenido en las diferentes instancias del poder local, instituciones públicas y privadas, organizaciones de la sociedad civil, la cultura, el deporte y la defensa intransigente de los derechos de la Capital del Folklore de Bolivia.
En este contexto, el 15 de agosto de 1958 nace el Comité Cívico, institución que actualmente se cargó a los hombros las necesidades y reivindicaciones orureñas, acciones lideradas por su presidenta, Sonia Saavedra, mujer que representa el coraje de la población orureña.
Grandes personalidades lideraron estas tres importantes instituciones, que se constituyen en los referentes del movimiento cívico boliviano, reflejando a la orureñidad, al espíritu cívico de una ciudad que no conoce el significado de la palabra regionalismo, pues es la tierra enamorada del gringo y del gitano, y que ensalza ante todo la unidad y el progreso de la Patria.
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