La nueva ciudad de Oruro se puede construir desde la zona del Tagarete, con un nuevo eje de desarrollo, ya no desde la plaza 10 de Febrero, sino desde la zona Este, el anillo de circunvalación que ha sido copiado de Santa Cruz, pero que ha perdido su sentido en esta capital.
La propuesta fue planteada por Roberto Cáceres, de profesión ingeniero, con estudios realizados en Madrid, España, y Santiago de Chile. Al principio, las ideas parecían irreales, pero a medida que se fue socializando con los arquitectos, otros expertos y la ciudadanía, empieza a recobrar mayor vitalidad.
EL CAOS VEHICULAR
Cáceres dijo que primero hay que ver los grandes problemas urbanísticos de la ciudad de Oruro, como el caos vehicular, que impide un normal desarrollo alrededor de la plaza 10 de Febrero, que ha sido construida desde el 1 de noviembre de 1606, cuando se fundó la Villa de San Felipe de Austria.
Oruro tiene más de 77.000 vehículos en circulación. De esa cantidad, la mayoría de los motorizados llega hacia la plaza principal y los mercados Fermín López y Campero, provocando el congestionamiento de vehículos, con una masiva presencia de minibuses y taxis, que caminan lentamente por las estrechas calles.
Aparte de ese caos, alrededor de la plaza están todos los bancos de la ciudad, formándose largas filas de ciudadanos que quieren cobrar sus cheques o quieren hacer sus depósitos.
Alrededor de la misma plaza 10 de Febrero, se colocan doscientos vehículos oficiales y particulares. La plaza histórica, que ya tiene más de 400 años, se ha convertido en parqueo vehicular, desde el momento en que el ex alcalde municipal, Riynaldo Vásquez, durante la época de la dictadura de Hugo Bánzer Suárez, prefirió recortar su entorno. Desde 1976, la plaza ha perdido todos sus encantos, por mucho que ahora se quieran colocar adornos y más plantas. Ya no es el lugar de paseo, sino el sitio donde hay numerosas manifestaciones políticas y movilizaciones sociales en contra de los alcaldes de turno.
Para cerrar ese panorama, a pocos pasos están los edificios de escuelas y colegios de la ciudad.
El Comité Cívico de Oruro se atrevió a presentar un estudio para la construcción de un mercado central, en los terrenos donde se encuentran actualmente la Aduana, Tránsito y Almacenes Aduaneros. Si se hiciera caso a ese estudio, el caos vehicular aumentaría más en la zona central, porque los miles de comerciantes que ahora están en las calles, no solamente que tendrían su puesto dentro de ese edificio de dos plantas, sino que se duplicarían los puestos de venta en el plazo máximo de cinco años.
Un mercado, sin zona de parqueo, sin calles despejadas, se convertirá en otro obstáculo más para el desarrollo de la ciudad, informó Cáceres.
Ese mercado, no despejará los puestos de venta de las calles, sino aumentarán notablemente, para seguir ocupando calles y para vender cualquier cosa en el piso.
NUEVOS PROYECTOS
Según el estudio de Cáceres, Oruro requiere de un cambio drástico de pensamiento económico, social y urbanístico. Se debe construir un nuevo edificio municipal, en la zona del Tagarete, para que el pago de impuestos y atención a miles de ciudadanos, se realice desde ese lugar, para descongestionar el tráfico vehicular del centro de la ciudad.
Felizmente, el Tribunal Superior de Justicia ha decidido construir un nuevo Palacio de Justicia, precisamente en esa misma zona, porque en el edificio de la calle La Plata, esquina Ayacucho, “ya no se puede trabajar ni atender a miles de litigantes, especialmente, cuando hay manifestaciones y bloqueo de calles o cuando el congestionamiento vehicular es incesante e implacable”.
El Colegio Ignacio León ha rechazado un nuevo edificio construido en la zona del aeropuerto de la ciudad de Oruro, en la misma zona Este, porque "supuestamente no hay servicio de vehículos hacia ese lugar" . Infelizmente, los padres de familia se han opuesto a ese crecimiento urbanístico que nos está señalando el futuro de Oruro.
En la misma zona Este, se debería construir una nueva plaza enorme, un nuevo parqueo vehicular, avenidas amplias, un nuevo mercado moderno y una nueva Avenida del Carnaval de Oruro, donde reúna todos los requisitos establecidos para la instalación de graderías de cemento y que se convierta en una nueva Avenida Cívica y Cultural.
Cáceres dijo que hoy, es el tiempo para empezar las transformaciones urbanísticas. Dentro de cinco años, ya será tarde, porque las nuevas urbanizaciones empezaron a ocupar grandes espacios, con los mismos problemas del centro de la ciudad, con callecitas de 8 metros de ancho, como si no hubieran arquitectos e ingenieros que miren el futuro con mayor optimismo.
La nueva ciudad de Oruro debe ser construida en la zona Este, a partir de la misma avenida de circunvalación, para que esa avenida se convierta en una arteria principal de la ciudad del futuro. En vez de construir un mercado central en los terrenos de la Aduana, se debería levantar una Basílica en honor a la Virgen del Socavón.
"Oruro no puede seguir destruyendo las calles del centro de la ciudad, sino convertir la plaza 10 de Febrero, en el centro cultural, histórico, artístico y turístico", dijo.
Para Cáceres Oruro tiene que ser una nueva ciudad moderna, no alrededor de la plaza 10 de Febrero, sino alrededor de la Avenida de Circunvalación, para atender los grandes problemas de alcantarillado, agua potable, energía eléctrica y mercados. De lo contrario, seguirá siendo la capital de la frustración, donde solamente se conoce la alegría durante la época del Carnaval, en calles estrechas y congestionadas.
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