En una noche plasmada de mucho sentimiento, "beltranistas" y "beltranianos" recordaron el amplio legado inmortal de conocimiento que dejó el recién fallecido, Luis Ramiro Beltrán, considerado como un patricio orureño, por el aporte intelectual que dejó a toda Latinoamérica.
Un panel integrado por reconocidos comunicadores de Oruro, coincidieron en resaltar la vida y el trabajo que se generó a través del periodismo y la investigación, dejando dos términos con los que se identificaron los conocedores, "beltraniano" los que siguen el legado intelectual de Luis Ramiro Beltrán y "beltranista" el que es apasionado y fanático de su persona.
El comunicador social, Orlando Valdez, fue quien se identificó con ambos denominativos, y rindió homenaje a este inolvidable personaje de la comunicación.
"Rendirle homenaje a este patricio orureño, por tantas obras que nos ha dejado y un legado impresionante que todavía es una veta por explotar para los comunicadores sociales, en este caso a para los comunicólogos. Un homenaje a esa humildad y en esa se transmite precisamente su sencillez y la grandeza de este personaje, un gracioso que nos hacia reír mucho, pero que nos insuflaba espíritu de compromiso y de reto", destacó.
El investigador y comunicador, Fabrizio Cazorla, recordó que Luis Ramiro Beltrán dejó una huella imborrable en la comunicación de Latinoamérica, como un legado para esta y las nuevas generaciones.
"Mi mensaje de homenaje a Luis Ramiro Beltrán se concentra en la inalterable definición de un personaje que seguirá cultivando a la juventud, desde su humildad, desde su perseverancia, desde su ansia permanente de poder superarse inalterable en una profesión que desde el periodismo ha ido cimentando los logros y los elementos fundamentales de la comunicación para el desarrollo", subrayó.
Por su lado, el periodista Jorge Lazzo Valera, recordó el vasto aporte científico que dejó en su vida.
"Ha sido un orureño impenitente, caballero de la comunicación, un periodista a cabalidad, además de vocación, quien ha trabajado permanentemente por mejorar el desarrollo de las comunicaciones, pero fundamentalmente ha trabajado por la comunicación para el desarrollo, equivale decir que ha hecho un trabajo tesonero para mejorar la calidad de vida para la población".
Pero quien recordó con mayor añoranza a Luis Ramiro Beltrán, fue su joven amigo, Juan Enrique Miralles, quien compartió varias experiencias con su persona y logró formarlo como profesional y ser humano.
"Ha sido un maestro y ante todo un amigo, cuando fui a su casa me ha recibido con sus brazos abiertos, siempre me ha estado guiando, no solamente en la profesión, sino como persona y como hombre, indicándome qué está bien y qué está mal, enseñándome qué es la puntualidad, el respeto, a tener palabra y cumplir lo que uno hace, además de estar bien con todos y con el mundo".
El legado que deja Luis Ramiro Beltrán, más allá de lo conocido son sus enseñanzas para que la información siempre se muestre de manera positiva, no hacer una información amarillista solo para vender.
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