En su labor como probado estudioso de la Comunicación Alternativa para el Desarrollo Democrático, fue el proponente de modelos de "Comunicación horizontal", calificando este proceso como "la comunicación de interacción social democrática que se basa sobre el intercambio de símbolos por los cuales los seres humanos comparten voluntariamente sus experiencias bajo condiciones de acceso libre e igualitario, diálogo y participación", manteniendo un esquema que a la fecha está vigente después de más de tres décadas.
En su formación académica Luis Ramiro Beltrán, era doctorado en Comunicación y Sociología en la Universidad del Estado de Michigan de los Estados Unidos, y entre los años 1992 - 2004 catedrático de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Johns Hopkins y, con sede en Bolivia, su Consejero para América Latina en Comunicación, además fundador de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (Alaic) y de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación (Felafacs) y fue vicepresidente de la Asociación Internacional de Comunicación y gobernador del Instituto Internacional de Comunicación, además de consultor de importantes universidades extranjeras.
Su proficua labor de investigación de la comunicación para democratizar la participación ciudadana fue reconocida por mérito propio, al ser cuatro veces nombrado Doctor Honoris Causa por universidades bolivianas como la Universidad Católica Boliviana, donde está vigente la Cátedra Beltrán y atesoran sus galardones obtenidos a lo largo de una fructífera vida profesional en un espacio académico y comunicacional especialmente habilitado en su biblioteca central; la Universidad Técnica de Oruro de su tierra natal, donde nació en 1930; Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, ciudad donde fijó su residencia y desarrollaba su mayor actividad académica y; la Universidad Privada de Santa Cruz, donde se hizo querer por sus aportes en el campo de la investigación comunicacional, así también reconoció la apasionada vida de un orureño que triunfó en el mundo, la Pontificia Universidad Javieriana de Bogotá-Colombia.
Beltrán Salmón fue el primero en recibir el primer premio McLuhan-Teleglobe del Canadá el año 1983 y se consagró en el mundo por su aporte a la Comunicación para el Desarrollo, ubicándose como el mayor exponente de los comunicólogos latinoamericanos. Mérito que le permitió además mantener el liderazgo como maestro de maestros de comunicación y ser formador de importante número de comunicadores y periodistas bolivianos a quienes con sencillez, sabiduría y marcada humildad compartía sus conocimientos para democratizar las comunicaciones en el país y otros del exterior.
El aporte a la teoría de la Comunicación para el Desarrollo, que impulsó Luis Ramiro Beltrán constituye un aliciente para niños, jóvenes y adultos, que quieren contribuir de manera decidida al crecimiento intelectual de nuestro país, lo que se confirma porque fue ampliamente conocido a nivel internacional, en el campo de la Comunicación Social desde la década del 70, situándose como crítico del estado de la comunicación en América Latina con importantes aportes para el desarrollo del Periodismo, la Comunicación de Masas, la Comunicación para el Desarrollo, el Cine Documental y la Teoría de la Comunicación.
Se inició como periodista a principios de la década del 40 y trabajó hasta los 50 en La Patria de Oruro y en La Razón de La Paz, fundador y director del semanario humorístico Momento y el primer guionista profesional boliviano con el guión de la película Vuelve Sebastiana, principal documental boliviano y un clásico del cine latinoamericano, dirigida por Jorge Sanjinéz en 1953.
Fue el promotor para la creación de organizaciones profesionales de comunicación como la Asociación Latinoamericana de Escuelas Radiofónicas (Aler), Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (Alaic), impulsando la puesta en marcha del Instituto de Investigación de la Comunicación de Venezuela y de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación (Felafacs), así como el Instituto para América Latina (IPAL) y el Ceneca de Chile que asumieron el rol de democratizar la comunicación para el desarrollo, propuesta por Luis Ramiro Beltrán.
En su vida académica Beltrán Salmón también ejerció la cátedra en las Universidades de Michigan, Stanford y Ohio, fue asesor gubernamental y consultor de diversas entidades en varios países; entre ellas Usaid en Guatemala, Panamá, Bolivia, Brasil y Argentina; del Ciespal en Ecuador, del ILET en México y del IPAL en Perú; de Naciones Unidas en Venezuela y Bolivia; de Unesco en Francia, Túnez, Colombia, Perú, Panamá y Guatemala; de Unicef en México y Colombia; de OPS en Estados Unidos de América y Colombia; del BID en México; de la Federación Internacional de Planificación en Inglaterra y Perú; de la Fundación Ford en México; de Laspau y de la Academy for Educational Development en Estados Unidos y Bolivia, respectivamente; de FAO en Chile e Italia; del Fondo de Población de las Naciones Unidas y del Banco Mundial en Bolivia y Argentina; y de la Escuela Internacional de Agricultura Tropical en Costa Rica, según el resumen de su historial y hoja de vida en la Cátedra Beltrán de la Universidad Católica Boliviana.
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