Oruro no pierde su identidad de profundo respeto a Cristo, en distintos lugares y con la participación de miles de personas. Hubo canto y música dedicada a la Semana Santa, las famosas esculturas de arena y la procesión de los devotos, desde la madrugada hasta la noche del Viernes Santo.
Los arenales de la zona noroeste de la ciudad de Oruro, Cochiraya, concentraron a miles de personas. Parecían hormigas moviéndose de un lado a otro, para visitar las esculturas religiosas, con el rostro de Cristo Crucificado, la Ultima Cena, la procesión de Cristo cargando la cruz y otras más.
Las esculturas fueron visitadas por unas 30 mil personas. No había espacio para disfrutar de ese panorama. Había que hacer larga fila para admirar las obras de arte que fueron plasmadas en realidad por más de 200 artistas, incluso niños, que se reunieron 48 horas antes, para planificar las obras.
Los artistas fueron de Oruro, La Paz, El Alto, Cochabamba, Potosí y algunos del Perú que se esmeraron en la realización de un trabajo diferente a los años anteriores. Los rostros de Cristo eran idénticos. Se mostraba el sufrimiento, los ojos cansados y una corona de espinas, como ocurrió hace más de dos mil años.
No se puede estimar la cantidad de personas que, como observadores, acudieron a los arenales de Cochiraya, pero la multitud era inusual. No había espacio para pisar las arenas amarillentas, las dunas que cada año se están perdiendo, no solo por la acción del viento, sino especialmente por los depredadores que utilizan esa arena para construir sus casas en los alrededores.
Los artistas estaban uniformados con overoles dotados por el Gobierno Municipal de Oruro. Cada uno de ellos se esmeró en el trabajo, porque tuvieron que pernoctar en el mismo lugar, un día antes y el Viernes Santo cumplir su faena desde las 6 de la madrugada, para concluir las obras de arte hasta las 12:00 horas, para que el público tenga la oportunidad de apreciarlas en su verdadera dimensión.
El alcalde municipal, Juan José Ramírez, felicitó a los artistas, por esta maravillosa obra de arte. Las esculturas de Cristo, sobre la arena, esta vez tuvieron una dimensión más grande, más gigantesca, para que la gente pueda ver desde lejos los contrastes, la profundidad de la obra, la luz y la sombra, que le daban una realidad mágica.
Los artistas pertenecen a la Escuela Superior de Bellas Artes de Oruro, Universidad Pública de El Alto, Escuela Superior de Bellas Artes Hernando Siles de La Paz, Asociación Boliviana de Artistas Plásticos de La Paz, Escuela Superior de Artes Plásticas Raúl Prada de Cochabamba, Universidad Tomás Frías de Potosí, Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes de Cusco, Perú.
El secretario de Cultura del Gobierno Municipal, Rolando Rocha, reconoció la participación del Grupo Arte 10, que desde hace años lidera esta clase de proyectos que ahora se convierte en el mayor atractivo del pueblo de Oruro y que también llama la atención de artistas y espectadores del interior y exterior del país.
Por la avenida Circunvalación, que también pasa por ese lugar, había miles de taxis, micros, colectivos y minibuses repletos de gente que se concentró desde el mediodía, para lograr un espacio dónde jugar, donde construir casas de arena.
Pero, no sólo fue la concentración de miles de personas en los arenales, sino también en la procesión del Viernes Santo. Desde las 19.00 horas, partió la procesión desde el templo de San Francisco. Los Caballeros del Santo Sepulcro cargaron en hombros una imagen de Cristo por las calles de la ciudad. Más adelante, estaban las imágenes de María, la Madre de Jesús.
La procesión estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasik, y un grupo de sacerdotes y religiosas que reflexionaban y recordaban la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Al mismo tiempo, aquella dolorosa enseñanza, se ponía en el contexto de un matrimonio en Oruro, para que se comprenda mejor los momentos más duros de la vida que tiene un hombre y una mujer, desde que nace hasta que muere.
La procesión recorrió por distintas calles del centro de la ciudad, pero también hubo similares acontecimientos en los barrios.
Como parte de los acontecimientos más sobresalientes, se repitió, como hace 15 años, la visita de los templos por parte de la orquesta sinfónica Ensemble Ad Libitvm, ofreciendo música para recordar la Vida, Pasión, Muerte y Resurección de Cristo.
El jueves se visitó el Santuario del Socavón, la Iglesia de Santo Domingo, La Iglesia de San Francisco y después se hizo un recorrido musical a otras zonas de la ciudad, confirmó el director del grupo, Jesús Elías.
Es una forma de recordar los hechos más importantes que vivió Jesucristo, reuniéndonos en los lugares más sagrados, dijo.
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