En una disposición territorial de cuatro por seis metros cuadrados, está la construcción de un vivero al interior de la vivienda de la familia Cano, donde producen deliciosas uvas negras.
El encargado de mantener el espacio frutícola es el agrónomo Jorge Chumacero Reynaga, que desde hace año y medio comenzó a tratar el parral. "Hice una poda drástica y apliqué los nutrientes necesarios", dijo el agrónomo.
Como nutrientes para las raíces se utilizó abono natural como el estiércol y la harina de hueso, pero para las hojas de la vid se recurrió a abonos químicos en las dosis necesarias y que ayudan en la fructificación.
A la fecha se recogieron algunos racimos de uva, pero la fecha prevista para la cosecha es la segunda quincena de abril.
Junto al parral, en el mismo vivero, crecen fucsias y santa ritas, de un colorido agradable a la vista y que según explicó Chumacero son plantas que florecen todo el año y son adecuadas para espacios interiores.
Sugirió que espacios como éste deberían ser replicados incluso en los centros de enseñanza académica, de manera que los estudiantes apliquen "in situ" lo aprendido en las aulas.
ESPECIE
El profesional agrónomo explicó que la especie de uva que crece en la casa del médico Jesús Cano, es de origen euroasiático y americano. Pertenece a la familia de los vitae y al género vitis. Es una planta perenne y de ciclo anual, realizándose dentro del año el ciclo reproductivo y vegetativo en forma conjunta.
Este tipo de uva crece en zonas templadas e intertropicales, pudiendo adaptarse en zonas donde la temperatura media anual no desciende de los 9 grados centígrados.
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