Oruro registró a 220 ladrilleras en los alrededores de la ciudad que siguen utilizando llantas de goma para calentar los hornos con destino a la fabricación de ladrillos para la construcción de casas, provocando la contaminación del medioambiente.
“Ya tenemos un reglamento para controlar el funcionamiento de las ladrilleras”, afirmó el director Gestión y Salud Ambiental, dependiente del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, Carlos Huayta.
El documento será presentado al Concejo Municipal, para su consideración y aprobación, en base a los datos técnicos obtenidos en los alrededores de la ciudad, especialmente en la zona este, detrás del aeropuerto internacional Juan Mendoza, donde siguen funcionando las ladrilleras.
Los hornos fueron construidos en forma precaria, detrás de la zona de Huajara, donde se encuentra también el Parque Industrial de Oruro. También existen ladrilleras en la zona Sur, cerca del lago Uru Uru y el lago Poopó, donde también existe gran cantidad de arcilla.
Otra cantidad de ladrilleras existen en la zona denominada Cala Caja, zona norte de la ciudad de Oruro, donde también existe gran cantidad de arcilla, material indispensable para la fabricación de ladrillos de toda clase.
Las ladrilleras se calientan con el uso de gomas y abundante cantidad de excremento de ovinos. Los hornos emiten gases tóxicos, porque es más fácil quemar una llanta para calentarlos.
Mediante el reglamento, “se pretende disminuir la contaminación del medioambiente, por la emisión de gases tóxicos”, dijo Huayta.
Según la explicación, después de la inventariación de las ladrilleras, también se prohibirá el uso de las llantas y también deben pagar el impuesto correspondiente para su funcionamiento.
El alcalde municipal, Édgar Bazán Ortega, anunció que, de la misma forma, se tratará de mejorar el calentamiento de los hornos de las ladrilleras con el uso de gas natural, con el objetivo de disminuir la contaminación del medioambiente de la ciudad de Oruro.
“Un consultor ambiental está apoyando en la elaboración del plan de ordenamiento territorial, especialmente de los ladrilleros, para evitar la emisión de gases tóxicos en las ladrilleras. El propósito es reducir los gases contaminantes, que se puede advertir cada mañana en la zona este de la ciudad”, explicó Huayta.
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