Sentada en la banqueta, se escucha el trinar de las pequeñas aves, brincoteando en el verde pastizal, mientras las hojas acariciadas por la suave brisa del viento parece que murmuraran entre ellas, como seres imaginarios, un rumor, el sonido de un beso, el brillo de las pupilas, la mirada de jóvenes enamorados , el sueño de otoño.
Si vez más allá, notarás que las hojillas son tocadas por los rayos de sol, como el pincel de un artista, quien en un solo trazo baña las hojas de los arbustos y árboles con tonos de fuego, entre amarillo, cobrizo y verduzco.
Las flores se asoman tímidas, botones que esperan la primavera para brotar sus diminutos pétalos que se forman en el cálido capullo, como un pequeño niño envuelto en pañales, indefenso y tierno ser, quien espera crecer en el jardín del Edén.
El espacio propicio para compartir una caminata, ya sea solo o acompañado de la persona a quien quieres, absorbiendo la energía de los intensos rayos de sol, protegido por las copas de los árboles altos como gigantes guardianes.
El Parque de la Unión es uno de los más hermosos lugares para sentarse en la banqueta y soñar despierto, ver a los niños jugar, escuchar a las aves cantar y al viento murmurar.
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