domingo, 2 de septiembre de 2012

La perdurable Laura Villanueva Rocabado (Hilda Mundy)

Hilda Villanueva Rocabado, hija del Arq. Emilio Villanueva Peñaranda y de Dominga Rocabado FloresEl legado dejado por la escritora orureña se adelantó al tiempo. Su estilo para manejar la pluma era firme y preciso. Quienes conocimos a Hilda Mundy nunca olvidaremos la mirada penetrante de sus ojos cansados por los instantes, aunque ya han transcurrido 30 años de su deceso, aún transita y desfila por las bibliotecas paceñas; los armarios de las librerías son estímulo para llenar el aire con sus anécdotas, chispitas de duros mensajes para los malvados espontáneos que no hacen esfuerzo de competir con el zigzag de las sierpes. Los lectores invadidos por sus palabras a través de las obras que dejó, intentamos llegar hasta el mensaje de "Cosas de Fondo" (Impresiones de la Guerra del Chaco y otros escritos). En el afán de imaginar su rebeldía, cuya postura mantuvo perenne hasta el fin de sus días, transitando por el vanguardismo y el surrealismo, Oruro fue la ciudad cosmopolita, el auge de la minería había centrado riqueza en los socavones cercanos a este suelo, era emporio de extranjeros profesionales que se asentaron para trabajar en la Escuela Práctica de Minería hoy Facultad Nacional de Ingeniería, otros prefirieron encontrarse cercanos a los minerales y algunos trotamundos formaron sus familias en esta parte de la patria convirtiéndose en prósperos comerciantes. El afamado arquitecto Emilio Villanueva, se trasladaba por ciudades del universo, frecuentaba Chile, París en 1926, es posible que en el tránsito de sus viajes, trajera consigo obras que dejaron huella en su hija. Sin embargo en la primera guía litográfica del año de 1909, se puede apreciar una considerable cantidad de Bancos en la ciudad de Oruro, precisamente esta actividad económica generó la apertura de algunas librerías que ofertaban novedades de lectura, este hábito de beneficiar las retinas con diferentes tipos de letras son los que le invadieron a esta ilustre orureña, dejando atrás los pseudónimos: Anna Massina, Maria D’aguileff, Madame Adrianne, Jeannete, quedándose finalmente como Hilda Mundy.Se advertía nítidamente en los años 20, la discriminación femenina, sin embargo, la agilidad y el empeño por sobresalir evidencia el conocimiento de la mujer, que rompe la espiral del machismo y asume toda prueba. Son otras voces que se manifiestan con literatura y ensayos publicados en el periodismo femenino. Es en realidad el preámbulo de las primeras apariciones de la ponderada revista Feminiflor en 1921, reconocida posteriormente a nivel nacional. Dirigida por tres jóvenes veinteañeras teniendo como directora a Laura Graciela de La Rosa Tórrez, Betshabé Salmón Fariñas como jefa de Redacción y Nelly López Rosse en la administración.La Guerra del Chaco, trajo otros conceptos más profundos para defender, criticar y sentar bases tal como describe a su retorno de la contienda bélica, el insigne escritor y periodista Carlos Montenegro con su valiosa obra "Nacionalismo y Coloniaje". Es posible que ese cúmulo de preguntas marque un hito en la historia nacional, y una reacción natural de escuchar y leer los diarios sobre dicho acontecimiento motivó que Hilda Mundy, manifieste su ironía, que refleja en el apoyo incondicional de su escritura para los guerreros de la Patria. Periodista principal, impulsora y redactora de sus columnas "Brandy Cocktail" en el semanario La Retaguardia, La Mañana, El Fuego, y Dum Dum (balas utilizadas por los paraguayos) de la separata humorística del diario La Patria. Hilda Mundy poseía el poder de la palabra, comenzó a disparar como mujer de vanguardia contra políticos, militares y burócratas. Siente el horror de la guerra, la ironía está en su estructura y lectura, cuando avanza hito por hito, fortín por fortín, comprometida consigo misma se sensibiliza pero se deja cubrir por una coraza, donde el equilibrio domina y comienza a tomar vigor, entonces se compromete desde su interior, de modo que con su fino humor descarga su filosofía y extrañamente se siente la luz de su memoria invisible, sigo el consejo de mojar los dedos para dar vuelta la página y encontrar el rótulo de "Historia… la tragedia hecha historia del chaco no será un canto de lid victoriosa y con honra. diseñada en rojos horizontes tendrá la amalgama de lo noble y lo mezquino. Lo valiente y lo cobarde. quedarán en ella páginas de relieve, donde ruge el alma titánica de nuestra raza tigre. y junto a ellas otras negras y tristes nos demostrarán los grandes desmanes de los super-hombres. Las vendimias, los delitos de alta traición, los negocios de los flamantes ricos. Veremos a través de ella, cómo la nación hecha jirones ha recibido el sacrificio de sus hijos héroes y la infamia de los renegados y cobardes! en la historia aprenderemos a loar nuestras victorias y a sufrir nuestras derrotas" (1). Sin duda, Hilda Mundy tenía el espacio abierto de una columna signada a su escritura. Los constantes artículos abiertos al debate provocaron la salida involuntaria, precisamente en el gobierno de facto del Dr. Tejada Sorzano. Desterrada a la Ciudad de La Paz, en consideración por ser hija del arquitecto Villanueva. Caso contrario hubiese motivado que su alejamiento fuese a un lugar inhóspito y lejano. También fue motivo para que el semanario del diario LA PATRIA sea clausurado. "El conocido periodista Geo Bernard Choop, seudónimo de Ernesto Vaca Guzmán con relación a las publicaciones de nuestra escritora comenta: "Por méritos muy bien ganados en la campaña de papel, realizada últimamente, ascendimos a Hilda Mundy, a "coronela de la reserva". Pero ayer hemos sido sorprendidos con que nuestra ágil cronista es enemiga de la violencia y prefiere emboscarse en esta nueva Guerra de la Independencia, declarada a raíz de los abusos que se cometen con el pueblo.Ante la deserción de Hildita, no podemos menos que declararla en disponibilidad, mientras reaccione enérgicamente. Pues, las redacciones de los diarios forzosamente tienen que convertirse en trincheras, para defender lo que legítimamente nos corresponde en justicia.Los periodistas estamos obligados a ser violentos y aun pasquinistas. Estoy seguro de que el pasquinismo salvará al país, como lo hizo durante el coloniaje. Los Doctores de la Universidad de Chuquisaca, fueron pasquinistas, y con esa arma libertaron el continente americano del tutelaje de la corona de España.Bombas cargadas con la verdad derrumbaran los intereses creados que se oponen a la felicidad de nuestro país" (Oruro, LA PATRIA, 20 de septiembre de 1935) (2).Hilda Mundy comparte el surrealismo con humor por la "extravagancia de las analogías, el sentimiento del recelo y hasta del pavor con respecto a la mecanización de la vida" (3).La escritora periodista, lúcida de sus publicaciones, segura del trazo de sus artículos en la hora de la meditación permanece silenciosa, sin remordimiento alguno. Inquebrantable en sus decisiones y la misión interna que había expuesto durante años públicamente, no se muestra compungida, porque su palabra renovada fue vigilia de esos soldados perdidos en las arenas del Chaco.Con el espíritu pensativo y profundo, deja su casa de calle Belzu 610 y Vásquez (hoy Colegio Médico), y se ausenta a la sede de gobierno. Aumenta sus lecturas, afable sonríe, el tiempo comienza a hilar su historia. El año 1939 contrae nupcias con el poeta Antonio Ávila Jiménez. De esa unión nace Silvia Mercedes que llega a ser poeta como su padre y periodista como Hilda Mundy.Bajo el seudónimo de Anna Massina, publica en el suplemento de La Nación, La Paz, agosto de 1955, "Una crónica teatral a propósito de seis personajes en busca de autor", me recuerda a seis semiólogos en busca de un lector. Incluye su libro Impresiones de la Guerra del Chaco, textos inéditos como "El Mensajero, Amigo Pintor, Las Señoritas Anafractarias, Agavilla Tu Sangre de la Tierra, Amigo Diablo y La Subasta: un cuento humorístico". Hilda Mundy, intelectual orureña identificada hasta lo más profundo por mantener el humor, la risa y euforia ante el desacierto del contrincante, varios personajes hacen alusión a su sentir y trayectoria como escritora, pensamiento de mujer.Lupe Cajías en el prólogo de "Cosas de Fondo", "Una vez escribí que era tarde para encontrar a Hilda Mundy en la calle. No era posible hacerle una entrevista o contemplar su rostro –que nunca conocí cara a cara-, crispado y burlón. Hace mucho que ella se fue y no quiere regresar ni con los conjuros de los espiritistas ni con la alquimia de quienes la amaron".Virginia Ayllón en la introducción de Pirotecnia dice: "¿Qué vela y qué devela Pirotecnia? Es decir, ¿cuál es el juego irónico que plantea? Antes de contestar esta pregunta habrá también que decir que la ironía, a diferencia de la sátira no persigue un fin moralizador sino más bien un fin desacralizador, pero nunca enunciativo de principios, sino y sobre todo de ambigüedad. De ahí que lo ideológico, sea menos propio a la ironía que a otras formas literarias. Es decir, se trata de cuestionar mas no de instituir y, como aseguramos antes, éste parece ser el propósito de Hilda Mundy, por lo que la ironía ha de ser lugar privilegiado en su escritura".Una referencia de su trazo:"La lata de sardinas"."¡Qué simetría, qué exactitud ‘reglada’ existe en una caja de sardinas!Al mirarla hace la idea de una cama de hotel donde diez huéspedes súbitos hubieses buscado acomodo para pasar la noche…Así parece, que las simpáticas sardinas, con un sentido amplísimo de la solidaridad humana (el vocablo antecedido es una fuerza de hábito) se hubiesen unido por sí solas para ganar el océano e invadir la tienda de provisiones como un ejemplo de unión que no deja nacer ni un hueco de desahogo para el pequeño movimiento…Su lema: "Pies con cabeza" nos sirve de enseñanza acomodaticia en muchas circunstancias de la vida…Un estadista…un político variable… un empleadillo oportunista… un revolucionario de ocasión… gana mucho acomodando la cabeza a los pies del inmediato superior…Y que ellos lo aseveren: indefectiblemente: un chorro de salsa de tomate o aceite, les cae de inmediato para conservarlos en su colocación, al ídem, que las sabrosas y ‘simétricas’ sardinas..." La inolvidable poeta Blanca Wiethüchter se refería a Hilda Mundy: "Ella dejó de escribir para dedicarse a la compilación y difusión de la obra de Antonio Ávila Jiménez"Raúl Salmón en las Obras Completas de Antonio Ávila Jiménez en Proemio resalta: "En los años de mi adolescencia, vi un día en el escaparate de alguna librería, una obra cuyo título me llamó la atención: ‘Pirotecnia’. En la carátula, tenía un dibujo representando a una mujer con vestimenta de la época, en actitud lánguida y fumando un cigarrillo. La autora se llamaba: Hilda Mundy. Leí el libro y me sentí impresionado por el hecho de que, en aquellos años, cuando las costumbres de la sociedad paceña eran muy rígidas, hubiese una mujer que escribiese un libro de humor –muy fino por otra parte-, en el que ironizaba los convencionalismos de la época y criticaba la conducta de algunos gobernantes y militares que condujeron la Guerra del Chaco. Esa actitud valiente y revolucionaria – en el mejor sentido de la palabra porque ya apuntaba hacia cambios en la sociedad-, hizo que me picara la curiosidad por conocer a la autora. Yo no sabía que Hilda Mundy, era sólo el pseudónimo de la escritora y que su verdadero nombre era Laura Villanueva de Ávila Jiménez. Cuando lo averigüe, tuve el agrado de visitarle en su domicilio situado en una vieja casona de la calle Sagárnaga. Sólo quiero evocar la impresión que dejó en mí el poeta y su esposa doña Laura Villanueva (Hilda Mundy)".Jaime Sáenz a propósito de la casona donde visitaba señala: "Y en esta casa, hace muchos años, muchos días y muchas noches, algunos amigos se congregaban, para hablar, para morir y para vivir, acogidos por la generosa hospitalidad del gran señor y de su esposa Hilda Mundy".En esta impresión podemos captar que Hilda Mundy había dejado de escribir, festejaba los encuentros de poetas, quedó silenciosa con su escritura, huella en la historia nacional, identificada con el Soldado del Chaco. Su valioso aporte en las letras bolivianas, con la ironía de aclarar "Abandono mi posición y me presento al público con 50 chispas artificiales. C’est fini" Rocío Zabala Virreira en su tesis de Literatura: "Vanguardia Boliviana en los Tiempos de la Guerra del Chaco", en conclusiones señala: "La primera parte en la que presento, a ella y a sus heterónimos, es de por sí, una cautivante intertextualidad que toca al cine en primer término y que sugiere otros ámbitos culturales con los que Hilda se muestra estrechamente vinculada. Un trabajo posterior, más exhaustivo en este sentido podría echar luces sobre esas fuentes ricas de la vanguardia que constituyen a este personaje fascinante que es Hilda Mundy. Con esa palabra preciosamente experimental, esa risa agudísima, esa visión inteligente y sin concesiones del mundo. Un personaje que puede decir mucho más, por sus lazos políticos, intelectuales, artísticos, sobre un momento crucial de replanteamientos discursivos en Bolivia". "Periodista de crítica incondicional, lectora y creadora de las vanguardias, la orureña fue, pues, una rebelde de cepa que planteó una escritura rompedora en tiempos de guerra y posguerra".Se despidió en vida, quedando en sigilo, entregando su luz, encanto invisible de saberse inquieta para ser generosa con el prójimo en trances cuando el malvado sacrificó la libertad de palabra mas no de pensamiento, Hilda desde la Casa del Poeta combatió su presencia como símbolo de fortaleza y unidad. Al recordar el Centenario del nacimiento de Hilda Mundy, mujer excepcional, narro su diáfana prosa en dos obras, me conmueve este instante que escribo, porque me honré acompañándola hasta su última morada, cuando Monseñor Juan Quirós ofició la misa de despedida. Su palabra se extendió en Silvia Mercedes Ávila Jiménez mi cara amiga, que seguía las huellas de Hilda Mundy en el noble oficio de periodista, experiencia de madre que musitaba: "Cuidado que el periodista mate a la poeta", en el sentido figurado que abandone a la musa y que se diluyan los versos. No fue así, periodista y poeta a la par caminaron juntas con toda plenitud hasta la eternidad.Hilda Mundy, convirtió la congoja en risa, mostró la mística de su alma, luchó contra lo dañino y cruel, persiguió el sosiego infinito, para sentir y describir que amaba la paz y que la escritura de la Guerra del Chaco se quedará perenne más allá de los siglos. REFERENCIAS:MUNDY, Hilda. COSAS DE FONDO, impresiones de la guerra del Chaco y otros escritos (1)(2) Idem(3) Idem.MUNDY, Hilda. PIROTECNIA.ZAVALA VIRREIRA, Rocío. Mundy, Hilda. Vanguardia Boliviana en los tiempos de la Guerra del Chaco.ÁVILA JIMENEZ, Antonio. Obras Completas

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