La tea olímpica de los III Juegos Deportivos Estudiantiles, que dejó de brillar en la ciudad de Oruro, fue una réplica del Faro de Conchupata, declarado Monumento Nacional porque fue ahí donde flameó por primera vez la actual bandera tricolor boliviana, el 7 de noviembre de 1851, cuando gobernaba el país Manuel Isidoro Belzu.
De ahí que los organizadores de estos III Juegos Estudiantiles, con el ánimo de dotarle a este evento deportivo elementos particulares que hacen a la historia y la cultura del departamento de Oruro, decidieron encargar el diseño y construcción de la antorcha olímpica al artista escultor Renato Giovani Villán Lafuente, a los soldadores Teodoro Villán, Juan Carlos Ledezma, Róger Cabrera y Mayra Villán, y la supervisión del trabajo al arquitecto Jheri Fuentes Morales, del Servicio Departamental de Deportes.
El Faro de Conchupata es una elevación desde donde se puede observar gran parte de la ciudad de Oruro.
Es un ícono representativo del paisaje de la ciudad de Oruro, en la medida en que se trata de un monumento que puede ser visibilizado desde gran parte de la ciudad.
Tiene una altura de 6,5 metros y una base de 2,2 metros. La llama está alimentada con gas licuado.
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