Como si se tratase de un terremoto, la mañana de este miércoles, el sector de Challapampita, donde dos grupos se disputan el derecho propietario, amaneció con las viviendas o habitaciones, en un número algo mayor a 50, totalmente derrumbadas.
Se desconoce en realidad quién o quiénes habrían causado los destrozos y a qué hora, pero se sospecha que un grupo de 2.500 personas de la tercera sección del municipio de Soracachi hayan ocasionado la caída de estas viviendas de ladrillo y calamina, pues son los que reclaman el derecho propietario y demandan justicia ante el otro grupo de personas supuestamente avasalladoras que construyeron las casas que ahora son solo escombros.
El conflicto comenzó hace varios días, pero entre martes y miércoles se puso de "color hormiga" pues los enfrentamientos se generaron desde horas de la mañana y en una primera instancia se reportaba a una persona herida y un arrestado, aspecto que ayer fue corroborado por el comandante departamental de Policía, coronel René Rojas.
"Es una situación de tensión en vista que ayer (martes) en este sector se habría suscitado un amago de enfrentamiento entre comunarios de Soracachi que son los supuestos propietarios de estos terrenos y en una cantidad de 2.500 personas desalojaron a los supuestos avasalladores de estos terrenos y luego procedieron a demoler las habitaciones precarias que venían construyendo por lo que se contó una cierta cantidad de 50 habitaciones que ya estaban construidas, además que hoy (ayer) los comunarios continúan haciendo vigilia en el lugar debido a que la Policía cumple su tarea para evitar que haya enfrentamientos y heridos", afirmó la autoridad policial.
El martes, un uniformado también fue agredido por un grupo de los que disputan el terreno debido a ciertas confusiones, según informó el coronel Rojas quien además detalló que la investigación sobre esta agresión continuará porque no se permitirá que los policías sean agredidos ya que ellos solo cumplen la labor de prevención.
Por su parte, los comunarios que son acusados de avasalladores, denunciaron que los uniformados dejaron derrumbar las viviendas y que no objetaron en ningún momento, es más los gasificaron y arrinconaron dejando las casas abandonadas.
Asimismo, Elías Mamani de la tercera sección del municipio de Soracachi manifestó que su sector pedía justicia pacíficamente pero que el otro bando aprovechó aquello para construir, siendo ellos los provocados con dinamitas y palos.
La vigilia en el lugar continúa tanto de los uniformados como de los particulares interesados en obtener el derecho propietario de esa tierra fiscal.
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