domingo, 17 de abril de 2016

El comercio internacional y las reivindicaciones regionales de Oruro - Bolivia

En el presente artículo se detallan y analizan algunos datos que reflejan el desempeño del sector exportador del departamento de Oruro; desde una perspectiva nacional, concentrándonos en las posibles implicaciones de la potencial ubicación geográfica del departamento y las reivindicaciones acerca del desarrollo económico de la región. Asimismo, se presenta un análisis de las importaciones, bajo la misma lógica.

El departamento de Oruro, por lo menos desde la visión regional, reclama por años el aprovechamiento de su condición geográfica como una de las principales vías de salida al pacífico en pro de su desarrollo económico y social; que implica además, proyectos específicos como el contar con un aeropuerto internacional, la conclusión del camino Oruro-Pisiga-Iquique, el camino Oruro-Turco-Tambo Quemado, el proyecto de Puerto Seco, Zona Franca y Zona Económica Especial, entre otros.

Sin embargo, y pese a los constantes reclamos regionales, estos proyectos no se concluyen y tampoco se cuenta con estudios que sustenten su pertinencia y ejecución. Esta situación no ha cambiado por muchos años. De hecho el presente artículo en su versión original fue ya publicado el año 2010, y la situación no ha cambiado en absoluto.

Es más, desde hace algunos años la política de comercio internacional del gobierno de turno apunta ahora a las costas de Ilo - Perú, lo que implica un giro de 180 grados y una traición a nuestra región; primero porque desperdicia la condición geográfica favorable de Oruro, como centro integrador del país, y segundo, porque deja de lado las costas y el comercio internacional por Chile (Arica o Iquique), siendo un contrasentido, en vista de que se presentó una demanda contra el vecino país por nuestra reivindicación marítima.

En este sentido, los datos y el análisis que a continuación se presenta pretenden dimensionar económicamente de manera objetiva, aunque todavía muy preliminar, ésta potencial ubicación geográfica del departamento de Oruro, que sin duda debería constituirse en el pilar fundamental para enfrentar una inminente autonomía que se encuentra en proceso de gestación, que además favorece a los intereses de los departamentos hermanos.

Iniciando con el análisis, en el cuadro 1 se muestran las exportaciones de los nueve departamentos, para los años 2007 y 2015, así como su crecimiento a lo largo de este intervalo de tiempo, en forma de ranking.

En realidad en los dos años de referencia no existen grandes variaciones, por lo menos en los primeros cinco lugares. Sin embargo, del 2007 al 2015, el departamento de Beni mejoró su vocación exportadora superando a Cochabamba y Chuquisaca y escalando al puesto número seis. Asimismo, destacamos que si bien el departamento de Oruro mantiene un quinto puesto en los dos años de referencia, ocupa el puesto séptimo en cuanto a crecimiento de sus exportaciones. De hecho, los departamentos que exportan materias primas, parecen haberse rezagado en cuanto a su crecimiento. Por último, llama la atención el crecimiento negativo de Cochabamba y de manera preocupante el de Chuquisaca.

(CUADRO 1)

Es importante apuntar que las disparidades entre los departamentos de nuestro país son bastante marcadas, en lo referido a las exportaciones que crecieron en más de dos veces en este lapso de tiempo. Sólo como un pequeño ejemplo, las exportaciones de Oruro, son por lo menos tres veces inferiores a las de Tarija, el 2007, y más de cuatro veces el 2015. Las exportaciones de Pando son 20 veces menores a las de Oruro y 100 veces inferiores a las de Tarija. De hecho, si sumamos las exportaciones de los cuatro primeros departamentos se alcanza un porcentaje de 83%.

Sin embargo de lo manifestado hasta esta parte, se debe aclarar que las exportaciones bolivianas son sumamente dependientes a los productos primarios, especialmente gas natural. Es así que el 46% de las exportaciones bolivianas salen al exterior por ductos, lo que implica que si bien estos ingresos son para el Estado y especialmente para las regiones donde se origina la exportación de hidrocarburos, los demás departamentos y en general, la mayoría de los bolivianos, dependemos del restante 54% de las exportaciones, lo cual por supuesto, acrecienta las disparidades.

Por otro lado, la segunda vía de exportación es la terrestre o carretera, que significó el 2007 un 30% de nuestras exportaciones, sufriendo una reducción para el 2015 a un 25%. Se hace mención de este último dato, porque resulta que la frontera más importante de exportación, vía carretera es Tambo Quemado - Arica, que es un frontera que pertenece al departamento de Oruro.

Resulta entonces que, el 68% de las exportaciones nacionales salen por Tambo Quemado, siendo la siguiente en importancia, Desaguadero. Si sumamos Pisiga; que también pertenece al departamento de Oruro, se alcanza un 69%.

Sumamos a estos datos, que el 99% de las exportaciones de Beni y Pando utilizan esta frontera, así como el 80% de las exportaciones de La Paz, el 85% de las exportaciones de Potosí, el 75% de las de Chuquisaca, el 39% de las de Santa Cruz y el 54% de las exportaciones de Cochabamba también utilizan Tambo Quemado. De los más de dos mil millones de dólares que Bolivia exporta vía carretera, casi mil quinientos millones pasan por las fronteras de Oruro, siendo éste el esfuerzo de privados y otros actores de nuestra economía, que obviamente no deja ningún beneficio para nuestra región, al ser una potencialidad no remunerada de servicio al país.

Analizando ahora las importaciones, también tuvieron un crecimiento interesante, puesto que de tres mil quinientos millones de dólares el 2007, alcanzaron los casi 10 mil millones de dólares para el 2015. En el cuadro 2 se muestra el porcentaje departamental de las importaciones nacionales, así como el pago de gravámenes que origina dicha importación.

Claramente se nota en el cuadro que los departamentos con mayor población son los que más importan, aunque con algunas contradicciones. Por ejemplo, Oruro, cuenta con aproximadamente el 5% de la población del país, pero importó el 2007 un 7% y el 2015 un 9%, por encima de Tarija, Chuquisaca, Potosí y los otros departamentos, lo que ejemplifica de manera clara el potencial de nuestra región. Adicionalmente, el pago de gravámenes no se corresponde con este potencial.

Sabemos que estos impuestos o gravámenes son distribuidos a las poblaciones de acuerdo a la coparticipación tributaria, o sea, respecto a su nivel poblacional. En este sentido, Oruro recibe mucho menos de lo que paga al Estado.

Por otro lado, y para concluir con el análisis de las importaciones mencionaremos que la dependencia de los departamentos a las fronteras chilena-orureñas es también sumamente importante. De hecho, el 82% de las importaciones de Chuquisaca, el 72% de las importaciones de La Paz, el 84% de las de Cochabamba, el 95% de Oruro, y el 49% de las importaciones de Santa Cruz, son las más importantes. Las importaciones por carretera del país alcanzaron el 2015 a un poco más de 8 mil millones de dólares, y pasaron por las fronteras orureñas casi 6 mil millones.

Para finalizar, mencionamos en líneas anteriores que Oruro pagaba por gravámenes más de lo que recibía, y de hecho, esta disparidad se ahonda si mencionamos que prácticamente el 100% de los gravámenes que paga Chuquisaca se originan en las fronteras de Oruro, así como al 92% de los gravámenes de La Paz, el 97% de Cochabamba, el 88% de Santa Cruz, el 34% de Chuquisaca, el 21% de Potosí, el 35% de Pando y el 5% de Beni. Con lo que queda claro que Oruro, sólo sirve de región de paso para que un gran porcentaje de los ingresos nacionales por gravámenes de importación se vayan a las arcas del Estado y no beneficien a Oruro en la misma magnitud.

(CUADRO 2)

Queda claro hasta esta parte del análisis, que Bolivia y su comercio internacional, aprovechan y dependen de la condición geográfica de Oruro, y éste no recibe en la misma magnitud un beneficio. El 70% de las exportaciones y el 60% de las importaciones del país, utilizan territorio orureño. Por otro lado, más del 80% de los gravámenes por importaciones que genera el país vía carretera, se originan en Oruro. Siete mil quinientos millones de dólares circulan por las vías orureñas hacia el Pacífico, y más de dos mil quinientos millones de bolivianos por gravámenes se originan en nuestras fronteras.

Oruro no tiene grandes beneficios por el comercio internacional pese a su gran potencial. Por ejemplo, es claro que nuestro departamento debería contar por lo menos, con la más grande aduana del país, sin embargo, es sólo una institución que depende de las decisiones importantes que se toman en La Paz. El sueño del Puerto Seco, pese a que en estos días ratificaron su construcción, queda desvirtuado por el cambio de política comercial del gobierno, traicionando los intereses de Oruro y del país, porque sin duda las exportaciones de los otros departamentos, requieren un lugar cercano a los puertos del Pacífico. Sin embargo, el gobierno convertirá a Oruro en un lugar de paso.

Si Oruro es el centro integrador de Bolivia por su cercanía a los puertos del Pacífico (Chile), ¿por qué se piensa en otras alternativas que incrementan los costos de transporte del comercio internacional boliviano?; ¿se quiere simplemente favorecer a otra región y perjudicar al país? Si más del 65% del valor de las importaciones y las exportaciones del país utilizan suelos orureños, ¿por qué Oruro no cuenta con la más grande Aduana del país?; por qué no contamos con un Puerto Seco?; ¿por qué no nos constituimos en una Zona Económica Especial?; por qué no se concluyen los corredores bioceánicos de Oruro a Chile? Si Oruro cobrara un impuesto por uso de territorio, contaríamos con más de 75 millones de dólares anuales, sólo con un 1%. Si la demanda interpuesta por el Gobierno ante La Haya será exitosa, ¿por qué no nos apresuramos en concluir todos estos proyectos que favorecerán al país?

Pero lo más importante de todo esto. Si los orureños estamos conscientes de nuestra potencialidad, ¿por qué no hacemos nada al respecto?; ¿por qué seguimos esperando que el desarrollo nos llegue del cielo? ¿Por qué permitimos que se nos mienta y se traicionen los intereses de Oruro y del país, sólo por cuestiones políticas? Recordemos que los negocios y el desarrollo no sólo dependen de decisiones políticas, porque no vivimos de ella, pero recordemos también, que si no nos unimos y exigimos lo que en justicia nos pertenece, Oruro seguirá siendo una región sin desarrollo y nuestras autoridades no harán nada al respecto. ¡Unamos las manos y luchemos por nuestra región…ya es tiempo!

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