martes, 11 de junio de 2013

Oruro Humedad y chulupis en la cárcel marcan el día a día de los internos

El hacinamiento en el penal de San Pedro es uno de los factores que podría desembocar en el contagio de enfermedades, pues las y los privados de libertad viven el día a día en medio de la humedad y los chulupis que aparecen en los dormitorios del recinto penitenciario.

Los reclusos duermen sobre payasas (colchones con recubierta de plástico y rellenados con paja) húmedas que podría ocasionar la propagación de una serie de dolencias como resfríos o catarro, faringitis, amigdalitis, bronquitis, otitis o enfermedades graves como la neumonía.

En una visita realizada por funcionarios del Servicio Departamental de Salud (Sedes), al reclusorio ubicado en la zona Norte de la ciudad, se constató la situación precaria en la que viven los internos, donde en cuartos pequeños de aproximadamente dos por dos metros con cincuenta centímetros, viven entre cuatro a cinco internos.

La mayor parte de los reclusos, se quejaron de la humedad y la presencia de chulupis (insectos que aparecen por la humedad). En otros cuartos desde el techo filtra el agua estancada del piso superior que es donde se encuentran algunas lavanderías. En la noche los reos deben colocar una especie de techo interior, extendiendo un plástico por debajo del cielo raso.

Los internos mostraron la situación en la que viven, denunciando que las autoridades no hacen nada para erradicar las condiciones infrahumanas. El hacinamiento llega al extremo de que en una de las habitaciones de varones, conocida como "La Escuela" permanecen alrededor de 60 personas que duermen en camas de dos pisos unidas unas a otras, sin espacio entre las literas para moverse o caminar.

MUJERES

Los catres de la sección mujeres se encuentran en pésimo estado debido a que no cuentan con una base, motivo por el que las internas deben colocar maderas, sobre las cuales ubican payasas para dormir, muchas de ellas junto a sus hijos en una habitación de dimensiones pequeñas donde viven entre cuatro a cinco mujeres algunas con sus niños.

CALABOZOS

El sector de los calabozos, es por demás deprimente debido a que es un espacio de un metro por dos aproximadamente, donde pernoctan entre seis a siete personas, que lamentablemente duermen sobre dos payasas y el piso es húmedo, debido a que en la planta superior se encuentran las lavanderías sin desagüe.

Los privados de libertad, a través de sus representantes, pidieron atención del Estado y del Gobierno Autónomo Departamental, porque el lugar que fue construido para doscientas personas, alberga alrededor de seiscientas y se encuentra en mal estado.

Uno de los internos pidió que exista terapia ocupacional y no todos se dediquen sólo a jugar y sea de obligatoriedad el trabajo durante el día, para evitar pensar en cosas malas y al contrario prepararse para su reinserción en la sociedad.

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