El simbolismo se apoderó del ingreso a Oruro

Todos hablan de la zona del casco, quizás por las connotaciones que tiene, sin embargo dicho lugar podríamos definirlo como un simbolismo, que está al ingreso Norte de la ciudad de Oruro.

Y porqué afirmamos esa situación, porque allí están los íconos más importantes de la urbe, uno de ellos, es evidentemente el casco, dedicado a la actividad económica más importante de la región, como es la minería.

Tiene un diámetro de seis metros, hecha de hojalata y mezcla de metal, fue construida entre el 2002 y 2003, por el artista cochabambino, Fernando Crespo. Al llegar del interior del país por esa avenida, se divisa esa estructura, que en la parte de la linterna está la imagen de la Virgen del Socavón, patrona de los orureños, quien recibe a sus hijos con bendiciones y protección.

En el entorno de la rotonda se observan los elementos de la mitología del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, un sapo, hormigas, el lagarto y una gigantesca víbora que se divide en dos partes, la cola que sobresale al frente, pasando la avenida, y el cuerpo que está en la parte central de la ornamentación.

Esta representación retrotrae en la mente de los orureños, el momento que las cuatro plagas invadieron al pueblo Uru como castigo enviado por el semidios Huari.

El bello paisaje se complementa con la naturaleza del altiplano orureño, paja brava, rocas y cactus, que hacen de su entorno en un verdadero encanto de nuestra tierra.