lunes, 22 de febrero de 2016

Un productor de quinua y camélidos, por naturaleza



Pese a los anuncios de la baja producción de quinua para este año, por la caída de precios en el mercado externo y la sequía que afecta a la mayoría de los productores del grano de oro —que se arrastra desde la gestión pasada—, ello no le quita a Oruro ser un potencial productor del cereal por las condiciones geográficas, climáticas, que favorecen a su producción.

Pero estas condiciones naturales no solamente convierten a este departamento en potencial productor del grano, sino también del ganado camélido (llamas y alpacas) y en ese marco, en los últimos años se han implementado políticas que han beneficiado a los diferentes municipios productores de quinua y camélidos.

Severo Choque, exdirector del Servicio Departamental de la Agropecuaria y la Ganadería (Sedag), dijo que la intervención del Estado en estos rubros ha sido muy importante, pues ha fortalecido la economía de las familias campesinas que trabajan en la producción de la quinua y camélidos, inclusive de la vicuña a través de la captura y esquila de manera significativa.

“No hay un municipio que no tenga sembrada quinua, se ha llegado casi a 22 municipios desde 2010 a 2015. Con mucha satisfacción hemos podido ver la incorporación de este rubro con mayor intensidad en Huayllamarca, Totora, Choquecota, Curahuara de Carangas, Belén, Santiago de Andamarca, municipios nuevos que han incursionado en mayor escala”, explicó.

Recordó que los precios de Bs 100 del quintal de los años 80 y 90, han subido a Bs 2.300 en 2011 hasta 2013, hoy se encuentra en Bs 350 y se espera que

llegue a Bs 1.000 o 1.500 en los próximos años, precios que dependerán de la oferta y demanda de los mercados europeo y norteamericano, aunque la internación de la quinua peruana le quita valor a la real boliviana, pero la eliminación de esta irregularidad es tarea de los productores y del Estado.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, en todo el territorio nacional hay una superficie cultivada de quinua de más de 100.000 hectáreas, de las cuales 60.000 están en Oruro con un rendimiento de entre 40.000 a 50.000 toneladas al año, que significa un incremento del 14% en el Producto Interno Bruto regional.

En el tema de camélidos, es la producción de carne y la fibra de vicuña, la que genera ingresos económicos a las familias productoras y la región, y con la construcción de un matadero de primer nivel en la localidad de Turco, se podrá exportar carne de llama de acuerdo con requerimientos técnicos, higiénicos y normas de los mercados del extranjero.

Choque reconoció que no se tiene cifras económicas en el tema de camélidos, pero el precio de una llama depende de la edad y la cotización está entre Bs 400 y 1.500; si es un reproductor, el precio puede subir entre Bs 2.000, y 5.000, y la carne que costaba Bs 7 el kilo en 2000 y 2003, hoy ha subido a Bs 17 y Bs 22, además que el consumo se ha incrementado.

“La agropecuaria, la ganadería y la piscicultura tienen ventajas comparativas como la cuenca de hortalizas de Paria, la cuenca lechera y la producción de ovinos de raza, que junto a la quinua, los camélidos y la producción de truchas, permiten avizorar una interesante diversificación de la economía regional”, aseveró.

La industrialización es clave en minería

La minería es la base de la economía de Oruro, por lo que esta actividad es inherente a la vocación de este departamento del occidente boliviano. Desarrollada desde la Colonia, la extracción de este recurso natural no renovable es aún en el siglo XXI una actividad vital, pese a las bajas cotizaciones durante el año pasado. Los ingresos por la venta de minerales son importantes para el país, junto a la explotación de los hidrocarburos.

Sin embargo, los empresarios privados del departamento dicen que es hora de pensar en el valor agregado, principalmente para el estaño, para así lograr el desarrollo pleno y mejores condiciones de vida.

El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Oruro (FEPO), Fernando Dehene, señala que en la región se encuentra una de las empresas de fundición más grande de Latinoamérica como es la Metalúrgica Vinto (EMV), pero, advierte, si no se industrializa lo que produce esta planta continuará con la monoproducción.

Pese a la baja de los precios de los minerales en 2015, la EMV logró una utilidad de $us 204 millones por la producción anual de 12.106 toneladas métricas finas (TMF) de estaño y cerca de 12.300 TMF para exportación, y aunque aún no se tiene datos actualizados sobre exportaciones del sector, en 2014 Oruro vendió minerales por un valor de $us 529,20 millones, representando un crecimiento del 6,24% respecto a 2013.

“La FEPO abriga la esperanza de que el próximo hito económico de Oruro sea la industrialización del estaño, exportamos estaño y nos llega desde afuera, en papel estañado, envases con revestimiento de estaño con precios más altos”, reflexionó Dehene.

También existen proyectos que se encuentran a la espera de ser ejecutados, como es la explotación del yacimiento en Challapata. “Ya hemos presentado el proyecto al Gobierno nacional ojalá este año sea viable, porque se trata de un rico yacimiento de oro, uno de los tres más grandes del mundo en el que está interesado una empresa canadiense”, detalló el empresario.

A través de la Ley 100, en Oruro se impulsa además el Comité Departamental Interinstitucional de Políticas Mineras, con el objetivo de promover, proponer, planificar, coordinar y gestionar el desarrollo del sector ante el nivel central en tarea conjunta con el Ministerio de Minería y encarar un verdadero proceso de autonomía de gestión, cuidando los intereses del departamento.

El gobernador Víctor Hugo Vásquez indicó que “históricamente Oruro ha sido minero, hoy sigue siendo minero, mañana seguirá siendo minero, y en ese marco se ha conformado este Comité Departamental de Minería, que relanzará este rubro en esta gestión”.


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