Y es que Oruro no sólo es la capital de folklore y de un Carnaval que es Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, declarado por la Unesco. Es una ciudad que desde lo profundo de las montañas alberga la vida de mineros, que desde hace cientos de años buscan sus preciados tesoros.
Dicen que por esas montañas, que albergan alrededor de 30 "wakas” sagradas, aparece un hombre rubio, dicen que es el Tío. Desde ellas que se puede apreciar el crecimiento de una de las ciudades más altas del mundo.
En este lugar, protegido por la "mamita” del Socavón, sucedió la Gesta Libertaria en 1781, promovida por valientes caudillos, una justa que luego se replicaría en ciudades como La Paz y Chuquisaca. Cada 10 de febrero las palabras de Sebastián Pagador recobran su importancia libertaria.
"Amigos, paisanos y compañeros, estad ciertos de que se intenta la más alevosa traición contra nosotros por los chapetones; esta noticia acaba de impartírseme por mi hija; en ninguna ocasión podremos dar evidentes pruebas de honor y amor por la patria, sino en esta. No estimemos en nada nuestras vidas, sacrifiquémoslas en defensa de la patria, convirtiendo toda la humanidad y rendimiento con que hasta aquí hemos sufrido la traición de los chapetones, en ira y furor, para despedazarlos y acabar, si es posible, con esta maldita raza”.
Hoy, la ciudad que tiene más de 264 mil habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística, es fuente importante de estaño y plata, ha sido y es un brazo importante de la economía nacional. Pero, además, acoge cada año a miles de turistas que asisten al majestuoso Carnaval de Oruro.
El pasado 4 de febrero, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de declaración camaral de reconocimiento al departamento de Oruro en sus 235 años de Gesta Libertaria que se celebra hoy.
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