La ciudad de Oruro quedó con abundante cantidad de basura en las calles, después de la realización del Carnaval 2016, bajo una organización deficiente que no satisface las expectativas de los turistas ni de las mismas autoridades del Municipio.
El alcalde municipal, Edgar Bazán Ortega, reconoció que la ciudad “continúa con basura”, pero trató de justificar el hecho, con la “falta de educación de la ciudadanía, que echa su basura en las calles, en vez de esperar el carro basurero de la Empresa Municipal de Aseo Oruro”.
La explicación del alcalde generó, en forma inmediata, reacciones de la ciudadanía, a través de los medios de comunicación. “La limpieza de la ciudad, no puede quedarse paralizada por dos o tres días, porque son días feriados. La limpieza tiene que efectuarse todos los días”, afirmó el ex asambleísta Eduardo Campos Velasco.
Dijo que es una falta de respeto a la ciudadanía orureña, “echarle la culpa de los problemas de basura a los mismos orureños, porque todos saben que los desechos se generan por la masiva presencia de gente del interior y exterior del país y porque las autoridades debían tomar previsiones al respecto”.
Las calles de la ciudad estaban llenas de basura ayer. Sin embargo, los carros basureros recién ayer empezaron a circular en diferentes zonas de la ciudad, porque supuestamente, los empleados tuvieron descanso el domingo, lunes, martes y miércoles.
Las calles tampoco fueron barridas, con excepción de la plaza 10 de Febrero. Sin embargo, debajo de las graderías que permanecen en ese lugar, había desechos de toda clase. Por los mercados, ocurría el mismo problema, particularmente en los mercados Campero y Bolívar.
En las inmediaciones del mercado Kantuta, zona Noreste de la ciudad, la basura creció notablemente. Los desechos obstruían incluso el tráfico de motorizados. En otras arterias, había abundante cantidad de serpentina echada en el piso asfaltado, latas de cerveza y botellas.
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