De esta manera se refirió ante las dos caricaturas que fueron publicadas en el mencionado impreso, esencialmente la del 6 de marzo en la que se observa a esqueletos con cuernos de careta de diablo y otros tocando contrabajo y cornetas.
"Yo creo que el humorismo es una forma de hacer periodismo y de llegar a la población, pero creo que todo tiene un límite, no podemos nosotros permitir que bajo temas humorísticos como estas caricaturas que fueron publicadas atenten primero a la dignidad de un colectivo como somos toda la población de Oruro", manifestó.
Esta es una forma de atentar a los derechos culturales que tienen los orureños, porque el Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, es una fiesta cultural, trascendental, universal y eso no puede ser porque si bien el humorismo es una forma de realizar periodismo, también tiene que existir análisis en lo que se hace en un momento de dolor como el que pasó con la caída de la pasarela, reflexionó Calancha.
Otra caricatura que también se publicó en el mencionado periódico, donde se recrea a personas disfrazadas de diablo orinando en una pared y lugares públicos, dijo que también es otra forma de atentar al patrimonio cultural y contra las personas que tienen dignidad.
"Desde la Defensoría del Pueblo, llamo a la reflexión a las personas que hacen este tipo de periodismo humorístico, sobre los alcances que tiene la forma de mostrar ciertos temas sin respetar los momentos de dolor y preocupación en los que más bien debían ayudarnos sin tenernos lástima pero tener consideración por todo lo que atravesamos", refirió.
Respecto a las críticas sobre la continuidad que se dio al Carnaval el Sábado de Peregrinación, explicó que éste continuó por la responsabilidad que tiene el pueblo, debido a que se realiza una inversión para cada Carnaval, puesto que en muchos casos se trabaja incluso casi un año en todo lado y de varias formas para la fiesta devocional.
Explicó que la organización del Carnaval tiene muchas facetas, porque participan grupos sociales como los bordadores, costureras, zapateros, gastronomía, hotelería, que es un engranaje de actividades que por un hecho fortuito y doloroso se tuvo que anteponer la responsabilidad incluso al dolor que pasaron particularmente los dolientes de los fallecidos.
"Si analizamos bien, estamos convencidos que no es atentar a los derechos, todos nos hemos identificado con el dolor y si el Carnaval continuó creo que fue por la responsabilidad que tenemos como pueblo", explicó.
Con todas estas caricaturas y la forma de mostrar el Carnaval de Oruro, nos están ofendiendo y eso es lo que no debemos permitir, así como el pueblo se levantó para defender el tema del aeropuerto, ahora también el pueblo tiene sus derechos y no permitirá ofensas a la dignidad de todos los ciudadanos, particularmente de los que bailan, a quienes les muestran en las caricaturas de esa forma, añadió.
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