La delegación de Huanuni truncó el diálogo que se había iniciado el pasado lunes 28 de mayo en la Gobernación de Oruro, para buscar una solución al conflicto de límites con el municipio de Poopó, que exige respeto a sus tierras colindantes con la principal mina de estaño de Bolivia, donde los mineros se habían distribuido terrenos para la construcción de casas.
El jefe de la unidad de límites de la Gobernación, Jhonny Suárez, lamentó la posición asumida por las autoridades municipales y vecinales de Huanuni, por haber abandonado la reunión, con el pretexto de que uno de los ciudadanos de esa ciudad minera habría sido golpeado por los comunarios de Poopó, en la zona de Venta y Media.
Las autoridades de Huanuni pidieron que la Policía y el Ministerio Público investiguen, en primer lugar, quién o quiénes son los responsables de las agresiones que sufrió un trabajador de la Empresa Minera Huanuni, por parte de algunos comunarios de Poopó. Se advirtió también que los habitantes de Venta y Media amenazaron con hacer volar las oficinas de la Municipalidad de Huanuni.
El alcalde de Huanuni, Hilarión Achacollo, expresó que es necesario realizar esa investigación para evitar nuevas agresiones y que las autoridades del Ministerio Público tienen que encontrar a los responsables, para establecer la verdad de ese hecho que causa molestias a los habitantes de esta población minera.
“No se realizará ninguna reunión para dialogar sobre el problema, mientras no se encuentre a los responsables de las agresiones”, dijo, pero aclaró que el conflicto con Poopó no es por el tema de límites, sino que las autoridades están reclamando “el respeto a las concesiones mineras y las áreas de explotación”.
Según Jhonny Suárez, en el caso, no sólo se trata del problema de límites, sino también el crecimiento del radio urbano de Huanuni, el saneamiento de tierras, los problemas de la propiedad privada y otros que son complejos de determinar.
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