Cuando la dulzura de los sentires y repiques de campana, se unen en procesión, señal de belleza, lírica viva y eterna del amor, inunda un aroma a flores y la espiritualidad se siente por todos los resquicios. Un puente es lienzo que fulgura, el aire capta el himno de la alegría, camino de música, luz que nutre el tiempo, el espíritu navega, incentiva y labra el prodigio del verso.
Oruro, ascendió como el Sajama, ostentó perseverancia, intelectualidad consecuente con la patria, mostró el tesoro de conocimientos, refugio de trilogía: vida, libertad y esperanza, conceptos puros de fe, santuario y gloria. En esos avatares San Francisco de Asís, mostró sentimiento, canto, égloga.
Clemencia Isaura, descendiente de los Condes de Toulouse, nació en Toulouse al sur de Francia, mujer culta, heredera de importantes bienes. Tenía en el jardín de su casa una Virgen a la que diariamente le entregaba las flores más bellas. La Madre espiritual le inspiró tanta dedicación que consideró rendirle tributo a tanta belleza como fue la Madre de Jesús. Esa razón motivó elevar un llamado certero para hacer un canto repetido a través de los poetas. Fundó los Juegos Florales en el siglo XV. Institucionalizó ceremonias donde los trovadores mostraban todas sus habilidades a través del verso. "Prometiendo al mejor, el premio de una violeta de oro". Después se sumaron otras flores naturales "para el segundo y tercer premio, quien ganase las tres flores por la mejor poesía recibía el título de doctor en Gaya Ciencia, expresión derivada del dialecto provenzal Gran Saber, Maestro del alegre saber" refiriéndose a las habilidades necesarias para el arte poético". No hubo Juegos Florales el tiempo que duró la Revolución Francesa (1790 a 1806). En esta experiencia fueron premiados Voltaire y Víctor Hugo. Este certamen se extendió por España y el mundo.
Nuestra cálida urbe sumó árboles, hilvanó palabras para rendirle culto a la poesía, exaltó la sabia de la existencia que el Creador nos otorgó, a ello se sumaron estirpes que difundieron la prosa compartida. En el eterno milagro de la memoria, una corona inmortaliza a "Clemencia Isaura reconocida como Alma Mater del Gran Saber", a ella se aunó Virgilio el de las odas.
Oruro desde el siglo XX fue espacio donde el arte cobraba vigencia, las actividades culturales eran compartidas en toda su magnitud. Se exaltaba el anhelo, el nido, la abeja. Convocaba a los poetas naturales y no naturales, escribir para el concurso "Juegos Florales". Existían requisitos de tema necesario, metro y forma, obras inéditas, lugar y fecha de entrega. Asimismo imprescindible el pseudónimo y para identificarse el participante incluía en sobre aparte cerrado y lacrado nombre del autor, título, tema y dirección.
Los premios se establecían en un título para el primer lugar la "Banda del Gran Saber" y un monto económico. Segundo lugar "Kantuta de Oro" y una cantidad menor de dinero y para el Tercer lugar era "Violeta de Plata" incluía un monto mermado al segundo puesto. Los trabajos galardonados eran publicados, el Jury Calificador era representado por destacadas personalidades del Arte, de la Universidad, la Prensa y otras instituciones invitadas.
El Jurado al emitir el fallo inapelable, anunciaba el primer lugar o declaraba desierto, siendo necesario hacer conocer los otros resultados, y los trabajos que quedaban al margen, con la presencia del Notario Público eran incinerados.
Para celebrar tan elevado acontecimiento el ganador tenía que coronar a la reina de los "Juegos florales". En sesión solemne, el Maestro de Ceremonias anunciaba el homenaje, los destellos de la corte, con diafanidad resaltaba la belleza de la elegida y los poemas que el trovador cantaba.
Poetas como Ricardo Jaimes Freyre, Julio Ameller Ramallo, Raúl Otero Reich, Gregorio Reynolds, José Antonio de Sáenz, Ramiro Condarco Morales, Luis Mendizábal Santa Cruz, Jorge Calvimontes y Calvimontes, Jaime Zavaleta M., Hugo Molina Viaña, Rafael Otazo, José Luis Aparicio Carrasco y otros juglares, fueron distinguidos por Instituciones nacionales y orureñas, que resaltaron al promover y fomentar una actividad cultural tan grande como son los Juegos Florales. Entre las Musas están en las memorias: Milena Estrada Sáinz, Alcira Cardona Torrico, Delia Claros Roca.
La Sociedad Femenina "10 de Febrero" convocó a los Juegos Florales Nacionales en homenaje al "Día de la Madre" el año 1953, la Presidenta de dicha Institución la distinguida dama Dra. Graciela Gallardo de Vildoso, entregaba toda su gala y su intenso quehacer cultural. Fueron 123 trabajos enviados a nivel nacional.
Ante Notario de Fe Pública, Dn. Eustaquio Vargas, se abrieron los sobres de los autores premiados; "Datos de Sigfrido", correspondió al nombre de Jaime Zavaleta M. - Oruro; "Jorge Madrigal", a Jorge Calvimontes - Oruro; "Juan Baquiano" a Rafael Otazo - Cobija; "Harahuac" a Ramiro Condarco Morales- Oruro y "Kantatty" de José Luis Aparicio Carrasco-La Paz.
Los epígrafes iban dedicados a temas de concurso "Día de la Madre", "El Mar", "La Patria".
En esta grata ocasión el discurso del mantenedor de los Juegos Florales, fue el Excmo. Dr. Fernando Iturralde Chinel, Ministro de Educación y Bellas Artes, que motivado por Dante, Virgilio y Clemencia Isaura, reconoció que en "Oruro, no constituye mera coincidencia, que los Juegos Florales, juegos y pirotécnicas del espíritu tengan lugar, porque Oruro que siempre ha sido depositaria de la riqueza material, sobre la cual se ha construido la República, ha escapado, sin embargo, a toda contaminación de orden exclusivamente monetario".
La oratoria del Presidente del Jurado Calificador Sr. Dn Guillermo Vizcarra Fabre fue expresiva: "En este instante en que el Dios sonríe desde su sitio de alabastros y oro, séame permitido, hacer el elogio de la mujer y la belleza. La mujer aquí presente es el perfume espiritual que se difunde por el ámbito de las almas, haciendo de cada uno de nosotros un héroe de la vida, por ella, -madre, hermana, esposa o novia- el hombre irá hacia la consecución del ideal, venciendo al viejo y temible monstruo cuyo tenor emblanquece al rudo por ella. El hombre es un eterno Aladino que eleva palacios de mármol y de piedras preciosas".
Una estrofa de Jaime Zavaleta Meneses, Poeta laureado con la Kantuta de Oro en los Juegos Florales Nacionales de 1953, Premio Municipal de Cultura (1949), Segundo Premio. "Alma de Trigo Blanco: Versos nacidos en la pureza de su puro recuerdo.… "Presencia: Hubo. Hay algo en ti/ esencial y perenne/, algo que siempre queda/ a través de mil rostros/ distintos, de mil cuerpos/ distintos, de mil manos/ rugosas, delicadas/, cuidadas y deformes,/ hay algo de ti/ que te hace ser lo que eres/, tierna hierba morena".
De Jorge Calvimontes y Calvimontes, poeta laureado con la Violeta de Plata en los Juegos Florales Nacionales de 1953. Banda del Gran Saber y la Flor Natural (1950) Tercer Premio: Violeta de Plata: "Homenaje a la Madre (Sonetos) A doña Elisa Calvimontes, mi madrecita buena. Onda de luz, de azul crepusculario/, cuánta canción me enseñas –silenciosa-/ para encender con trinos la ardorosa/ vastedad de mi sangre, hecha incensario/. El velo de tu blanca cabellera/ florece en la presencia de los niños/, que trazan mi sendero en la quimera…/ Estás en la sonrisa de los niños/ y en la altura ancestral de la palmera/ con la Sombra y el Pan de tus cariños…"
En la unción a la que se sometía la Reina de los Juegos Florales, estaba la vocación y homenaje con nueve damas, cada una representaba a un Departamento incluyendo a Oruro como anfitrión.
Hacen varios años atrás, las Instituciones orureñas han dejado de convocar a Juegos Florales Nacionales, así con esa rigurosidad, reconociendo temas importantes para elevar el espíritu, escribir sobre el espacio imborrable de la Guerra del Pacífico, del Chaco.
La convocatoria de los "Juegos Floreales" fue la aproximación de las horas sublimes del día de la "Madre", por coincidencia mañana celebraremos a este amor mayor, a la femeneidad que enceguece la ternura materna, quienes seguimos esa luz, somos iluminadas, afortunadas por la natura y por el amor de Dios.
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