Las disputas entre los concejales y la alcaldesa municipal de Oruro, Rossío Pimentel Flores, no han desaparecido, a pesar de haber transcurrido más de cuatro años desde la iniciación de la gestión municipal. Los primeros hacen el intento de fiscalizar a la alcaldesa, pero ella busca cualquier argumento para eludir ese trabajo.
El concejal municipal, Rodolfo Uyuni, explicó que las disputas “no han desaparecido y que la alcaldesa no quiere ni siquiera entregar la documentación que los concejales requieren, para que la gestión sea transparente, pero a medida que pasa el tiempo, siempre tropezamos con dificultades de esa naturaleza”.
El presidente del Concejo Municipal, Germán Delgado, explicó que la ejecutiva “no ha remitido aclaraciones y explicaciones a las observaciones que realizaron los concejales sobre el Plan Operativo Anual y el presupuesto del 2015, motivo por el cual no puede avanzar la aprobación de esos documentos administrativos de vital importancia para Oruro”.
Según Uyuni, esa clase de documentos “siempre se aprueban en forma apresurada, cuando culmina el plazo establecido por el Ministerio de Finanzas y bajo presión se tiene que aprobar sin una necesaria evaluación de los documentos económicos y administrativos”.
La concejal Evelin Fernández, que es la única voz oficial de la alcaldesa en el seno del Concejo Municipal, advirtió que se encuentra “muy preocupada, porque la mayoría de los concejales se hayan abstenido de aprobar este documento, porque al revisar el documento (podría tardar más tiempo) y se congelarán las cuentas municipales con un solo clic en el sistema”.
Dijo que cuando se efectúe la congelación de las cuentas, se tardará por lo menos dos meses para la normalización del manejo de los recursos económicos de la municipalidad de Oruro.
POA Y PRESUPUESTO
Agregó que los concejales “tienen que aprobar el POA y el presupuesto, porque la ley no dice que los concejales deben abstenerse o rechazar los documentos” y si existen observaciones, solamente son “de forma”, que no puede perjudicar la ejecución de proyectos para fin de año y para el próximo año.
Según la concejal Ruth Hinojosa, dijo que en todas las gestiones ocurre lo mismo y se tienen que aprobar los planes y el presupuesto, en forma apresurada, y que lastimosamente, “las observaciones que hacen los concejales no son escuchados o no son tomados en cuenta por el ejecutivo”.
Explicó que, incluso se dice que las observaciones “debían ser expuestas ante las juntas vecinales, porque son las que han gestionado las obras y proyectos, y que ellas sepan que no se aprobaron sus proyectos, por las observaciones”.
Cada año, la alcaldesa y los concejales, con diferentes directivas, firmaron acuerdos para trabajar por Oruro, pero los documentos se quedan en el archivo y ambas instituciones se olvidan de esos compromisos.
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