El plan de reordenamiento territorial de la ciudad de Oruro demandará 1.7 millones de bolivianos, con el objetivo de determinar las áreas que están disponibles para la construcción de viviendas y cuáles son las zonas peligrosas, como las que están ubicadas alrededor del lago Uru Uru que, en la época de lluvia, se inunda.
El plan, denominado “ordenamiento territorial”, fue adjudicado a la empresa Conam-Aram, por parte del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, para que en el plazo de seis meses se pueda tener un instrumento técnico normativo para mejorar el crecimiento de la ciudad y para evitar las construcciones clandestinas.
El secretario de gestión urbana del municipio, Roger Copa, dijo que ese instrumento permitirá “planificar el desarrollo de la ciudad”, en reemplazo del desorden que se ha generado, especialmente desde el 2006, cuando se iniciaron los avasallamientos de terrenos en diferentes zonas de la capital.
Hasta el momento, se estima que son veinte mil casas construidas alrededor de la ciudad de Oruro, sin planos aprobados. La ocupación de terrenos ocurre incluso en áreas verdes y de equipamiento, que pertenecen a la Municipalidad. Otros vecinos prefirieron ingresar a terrenos que se encuentran en lugares céntricos de la capital.
El proyecto demandará 1.777.160 bolivianos. Hasta febrero del 2015, se tendrá listo el plan de ordenamiento territorial y, casi en forma inmediata, se podrá recuperar los terrenos que fueron avasallados y que pertenecen a la Municipalidad, incluyendo las áreas de equipamiento.
El presidente de la Coordinadora de Juntas Vecinales Periurbanas, José Flores Copa, dijo que este sector “no está de acuerdo con el avasallamiento de terrenos y que, por eso, es importante contar con el estudio del ordenamiento territorial, para impedir las construcciones clandestinas”.
El proyecto permitirá establecer, de la misma forma, las áreas que están disponibles para las futuras urbanizaciones y cuáles no están aptas para la construcción de viviendas. También se establecerá qué áreas se pueden disponer para la construcción de industrias.
Durante ocho años, se pudo constatar construcciones cerca del lago Uru Uru, en la zona Sur de la ciudad de Oruro, pero cuando llega la época de lluvias, el acceso es imposible a esos sectores, pero los vecinos viven en su interior y tienen que utilizar botas para salir e ingresar a esos barrios.
Los transportistas se niegan trasladar personas hacia esos sitios, porque las calles están anegadas y no se pueden ni siquiera asfaltar, pero el crecimiento de la ciudad persiste, a pesar de las dificultades de la naturaleza.
Según el agrónomo Roger Copa, las construcciones también abundan hacia la punta de los cerros aledaños a la ciudad de Oruro y en los alrededores de las industrias, como ocurrió en la zona de la fundición de estaño, en Vinto, o en Huajara, donde las empresas están rodeadas de casas ilegales.
“En muchas urbanizaciones se cortaron las calles. Hay caminos cortados de primer y segundo orden y no hay salidas adecuadas para el tráfico de motorizados”, expresó el oficial mayor.
El plan de ordenamiento territorial permitirá definir también la ubicación de plazas, parques, escuelas, colegios y el futuro desarrollo de la ciudad de Oruro.
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