Los arenales una fuente de inspiración de artistas y un atractivo turístico de esta ciudad se encuentran amenazados por la basura que se acumula en todos sus alrededores a falta de basureros y educación de los visitantes que como cada año llegan en Semana Santa hasta este lugar para realizar las tradicionales figuras de arena.
En un recorrido que hizo EL DIARIO se constató que a diferencia de otros años, la cantidad de basura se incrementó en toda el área de las dunas de arena de la zona de Cochiraya.
Bolsas plásticas, botellas de refrescos, talas de cervezas, tapers de comida rápida, papeles, desechos sólidos, cascaras de frutas, latas de conservas, en fin, no hay un solo lugar que no presente basura lo que a decir de los expertos, está provocando la destrucción de los arenales, sin que ninguna autoridad municipal haga algo para poner un alto a estos hechos y recupere el lugar para ordenar la limpieza y promover el turismo.
A la falta de basureros también se suma la de servicios higiénicos o baños públicos que se convierte en otro factor de contaminación del lugar.
La Empresa Municipal de Aseo Oruro, se limitó en colocar diez contenedores en las inmediaciones de las dunas, para que la gente deposite la basura, sin embargo, no se preocupó de limpiar los desechos existentes en los alrededores del camino asfaltado.
Se estima que el pasado viernes, unas treinta mil personas visitaron los arenales de Cochiraya, en la zona noroeste de la ciudad, próxima a la Avenida de Circunvalación, que se encuentra totalmente asfaltada.
El panorama es maravilloso, a simple vista, con dunas de arena amarillentas y brotando la paja brava por todas partes, especialmente en las partes bajas, como si estuvieran cuidando que los depredadores destruyan esa maravilla de la naturaleza.
En Oruro no le da mucha importancia a las dunas de arena. Las autoridades ni siquiera se acuerdan de hacer un proyecto, que permita la “conservación de los espacios escénicos, paisajísticos, arqueológicos e históricos” para implementar actividades eco turísticas, tal como señala la ley que tramitó el diputado Ricardo Ayllón, en la gestión parlamentaria del 2009.
Según la ley, el municipio de Oruro “se encargará de la promoción ecoturística, como una forma de apoyar la conservación y evitar la desaparición de la superficie existente, para proteger la fauna, flora, recursos genéticos y especies en peligro de extinción, así como impulsar los procesos de educación ambiental”.
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