Hoy Oruro recuerda al 10 de febrero de 1781, como una fecha importante para la historia, ya que hace 236 años, se realizaba la primera gesta libertaria de América; por este motivo especial, nuestra ciudad vive y respira un aire de civismo, entre desfiles, retretas musicales y ofrendas florales, los orureños le rinden homenaje a la Tierra de "Pagador".
Esta fecha es importante no solo para los orureños que habitan y disfrutan día a día de la belleza de la Alta Tierra de los Urus, sino también para aquellos que por diferentes factores tuvieron que dejar la ciudad que los vio nacer y a la distancia con el corazón en la mano entonan las sagradas notas de su himno, reafirmando su amor y civismo, a través de las fronteras departamentales e internacionales recordando que en este territorio se germinarían las ideas de quienes encabezarían el anhelado sueño de libertad.
Insignes hombres como los hermanos Rodríguez, el valeroso Sebastián Pagador y el indígena Santos Mamani, levantaron al pueblo de la Villa de Oruro en contra de los chapetones europeos; las primeras señales del carácter revolucionario de este pueblo datan de 1739, con el Manifiesto de Agravios de Juan Vélez de Córdova, que se expandieron más allá en lo recóndito del mundo; esta tierra, que enamoró al europeo por sus riquezas y cuya ubicación geográfica, ha sido siempre estratégica, fue considerada desde siempre como un bastión de la economía.
El 10 de Febrero de 1781, no es fruto de un levantamiento casual, más al contrario esta acción es el resultado de un largo periodo donde indios, criollos y mestizos, soñaban con construir unidad, en un territorio que era oprimido por aquellos europeos que sofocaban los deseos de libertad; una muestra clara de este impulso de crear una Patria unida, bajo la premisa de libertad e independencia, se dio en la proclama ante los indígenas, de uno de los personajes más ilustres de Oruro, como fue Sebastián Pagador.
Valerosos hombres perdieron la vida durante la revolución, pero con cada hombre caído, crecía el deseo de lucha, la fuerza espiritual y la firme idea de la independencia; en un aspecto triste para recordar, los héroes del 10 de Febrero, después de entregar su espíritu de libertad fueron traicionados, juzgados y muertos en Buenos Aires.
Tras conseguir esta anhelada conquista revolucionaria, décadas más tarde Oruro se convertía en un referente de la economía nacional, a inicios del siglo XX principalmente; sus hermosos paisajes, magia, historia y Carnaval, enamoraron a más de un extranjero que hizo su paso por la Alta Tierra de los Urus.
Hoy 236 años después de aquel deseo de libertad e independencia, el civismo se ha ido perdiendo poco a poco; sin embargo, hay quienes aún respiran en las calles de esta hermosa ciudad, aquel carácter revolucionario y los sueños de pujanza, por lo que creen que retomar el sitial que le corresponde a la Tierra de Pagador, todavía es posible, si despertamos en cada uno el sentimiento de amor y gritar con fuerza ¡Que Viva Oruro!
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