La Plaza de Armas de Oruro, hoy denominado 10 de Febrero en honor a la Revolución de 1781, es un lugar especial, construido con sabor francés, incluyendo los decorados y edificios que se encuentran a su alrededor, como para conocerlo, admirarlo y sentirse más orureño.
Rodney Rojas Romero publicó una reliquia de 1912, en aquella ya conocida página apasionante de Fotos Antiguas Oruro, que se puede encontrar en el Facebook, para recordar la forma en que vivían los orureños hace más de cien años y para comprar cómo es hoy la ciudad que trata de llegar a la modernidad, en medio de la pobreza.
Aquella imagen muestra la fuente principal colocada precisamente en 1912. El documento refiere que es “uno de los sitios más impresionantes de la plaza 10 de Febrero, principalmente para los turistas que llegan a la Alta Tierra de los Urus, es la fuente de agua, cuyo diseño es francés y la data de su emplazamiento fue 1912”, textual.
La fuente de agua tiene querubines, animales silvestres, como leones, canes, aves, peces, flores y diseños eclécticos en su estructura se complementan con el cuerpo de una esbelta mujer que está en la cima de toda esa belleza arquitectónica traída desde Francia.
En efecto, aquella fuente fue transportada en barco, desde Francia hasta Antofagasta y desde ese puerto, hoy chileno, ingresó por ferrocarril hasta Oruro, durante la época más brillante de la economía de esta ciudad, que entonces se denominada Capital Industrial de Bolivia, por la existencia de las industrias más grandes de Bolivia, empezando por el ferrocarril, servicio de teléfonos, los mejores bancos y en gran cantidad, empresas de cerveza con agua de los manantiales de Cala Cala, en la zona Este, en combinación con el intenso comercio.
ORURO CENTRO MINERO
Sin embargo, los decorados eran franceses. Ahí empezó la combinación de arte. La fuente de agua tiene un sello de la empresa fundidora de Francia: “Fonderies d´art Val D´osne 58 B Voltaire Paris A.J.”. No era la única fuente traída a Oruro, sino también la que se encuentra en La Ranchería.
Durante décadas, aquellas fuentes no funcionaban, pero con una limpieza, el trabajo técnico, hoy han vuelto a tener vida y expulsan agua por los pequeños orificios que llaman la atención a propios y extraños. Son objetos de bronce que atraen particularmente a los niños y jóvenes, porque quieren jugar ahí, subir a los decorados, a los animales que, también de bronce, completan el atractivo.
El pasado año se hizo una limpieza y readecuación de esos objetos. Hoy se pueden apreciar mejor con el esplendor de los decorados con sabor francés, gracias al trabajo de Finelez Llanque y Tito Yugar, dos artistas orureños que ofrecen sus servicios para preservar lo que es nuestro.
Según esa publicación, atribuida a Miguel Irigoyen Castro, imágenes históricas de Oruro, “la fuente de la Plaza 10 de Febrero, ahora luce coqueta y el agua le da vida, como centro de energía de la Alta Tierra de los Urus”.
Pero, no solamente es el decorado, lo que llama la atención, sino también la construcción de edificios, como el Palais Concert, el edificio de la misma Municipalidad de Oruro y el edificio de la Gobernación Departamental, que antes se denominaba Prefectura, ornamentado con arcos, para que por debajo, la gente se proteja del sol o de la lluvia, de acuerdo a la época.
El Palais Concert (Palacio de Conciertos) de Oruro, no es lo mismo que el Palais Concert de Lima, Perú, famoso por ser un café, cine y bar, que ha sido estrenado en 1913, sino que el edificio de esta ciudad minera ha sido concluida en 1918, siguiendo la efervescencia arquitectónica francesa. Es aún hoy, un edificio de tres plantas para cine, con luneta, platea y galería, pero hay poca actividad al respecto y se encuentra a cargo de la Gobernación, pero el sabor francés se mantiene.
El edificio fue construido en base al diseño de José Cosani, un arquitecto italiano, que estaba impregnado de la magnificencia corriente francés, solventado por Juan Luzio, un peruano que quería tener una reliquia en Oruro.
Dentro de dos años, se cumplirán 100 años del Palais Concert de Oruro. Hoy, las gradas tienen ruidos de vejestorio. Algunos decorados están deteriorados, a pesar de la preservación que se hizo hace más de 20 años. El edificio funciona con oficinas de la Gobernación, Secretaría de Culturas, pero aún no se ha tomado en serio su preservación y mantenimiento, a pesar de las constantes promesas.
La historia de Oruro, no solo está impregnado por quienes han nacido en esta tierra, sino por quienes fueron y son indígenas urus, por los españoles, franceses, alemanes, ingleses, árabes, israelitas y otros, en menor cuantía, para convertirse en la ciudad de cultura y folklore, con una mezcla de minería y agricultura, pero esencialmente con un sabor francés que casi todos ignoramos.
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