lunes, 10 de febrero de 2014

Los criollos instigadores de la revolución

Los criollos entre ellos Domingo Herrera y su hijo el minero Juan Manuel Herrera, además de los hermanos Rodríguez, fueron los instigadores de la Revolución del 10 de Febrero, estos aglutinaron a los campesinos para que se enfrenten contra los españoles que pretendían dominar Oruro.

La historia cuenta cómo se produjo el levantamiento en 1781, donde existieron una serie de personajes que pelearon para que este territorio sea liberado del yugo español.

El levantamiento se produjo el día sábado 10 de febrero, coincidentemente, cuando miembros del partido europeo se enfrentaron en las calles contras los criollos y mestizos, cuyos principales protagonistas intelectuales fueron los Rodríguez y Herrera, además de ello se tiene que destacar el trabajo que hicieron Domingo y Juan Manuel Herrera, estos se convirtieron en los principales soportes de la revuelta ciudadana que Sebastián Pagador, con su sentimiento revolucionario provocó frente a la insurgencia contra el yugo español.

Los hermanos Rodríguez eran cabezas de acaudaladas familias de la Villa, pero en el otro grupo se encontraba Juan Manuel Herrera, quien no quiso que los Rodríguez dominen la economía que en ese entonces vivía de la minería.

La crisis económica, la decadencia de la minería, el poderío creciente de un grupo de comerciantes, los nuevos impuestos, el afán de lucro de los corregidores con el reparto comercial obligó a la división en dos grupos de poder.

En 1780 se destacaban dos grupos, en el primero Jacinto y Juan de Dios Rodríguez, Diego Flores, Isidro de la Riva y Domingo Herrera quienes estaban junto a amigos con cargos públicos importantes como Gregorio Salamanca, Blas Gascón.

El segundo grupo de poder de conformación predominante europea, se formó entorno al corregidor Urrutia, entre los que se destacan Fernando Gurruchaga y Manuel Mugrusa. Con estos se fueron identificando mineros y comerciantes de más antigua estancia en la Villa como José Ruíz de Sorzano, entre sus aliados se encontraban mineros criollos resentidos con los Rodríguez, como José Manuel Herrera (hijo de Domingo Herrera), entre otros.

Además de estos grupos de poder, existían otros más pequeños, autónomos respecto a los primeros, a medida que pasaba el tiempo y crecía el conflicto económico y político progresó la rivalidad criolla europea.

El grupo de poder liderado por los Rodríguez fue identificado por los mismos protagonistas de la época como el partido criollo y encabezado por el corregidor, a ellos se sumaron personajes importantes de la minería.

Los antecedentes de la sublevación del 10 de febrero de 1781 se remontan a 1739, año que se produjo la revolución abortada en Vélez de Córdoba, ubicada en los movimientos nacionales incas. Tenía como objetivo restablecer la monarquía inca, librar a los indios de las pensiones a las que estaban sometidos.

En 1750 los hermanos Rodríguez, Herrera, Galleguillos, acaparando los cargos del Cabildo, neutralizaron a los corregidores con ayuda económica.

Los dos grupos no soportaron el poderío que tenían los españoles es por eso que existió una alianza para frenar el dominio español que se produjo el 10 de Febrero donde los criollos se alzaron contra los españoles.

Antes de esta batalla los criollos se enteraron por rumores que el Corregidor habría decido dar muerte a las cabezas como eran Jacinto Rodríguez, su hermano Juan de Dios, a Manuel de Herrera y a otros potentados criollos de la Villa.

Por estos rumores los españoles comenzaron a planear la matanza de milicianos sospechosos de desafección a la Corona, criollos y mestizos. Colateralmente, en la Villa de Oruro circulaban manuscritos tupac-amaristas y hasta se coreaba estribillos antiespañoles, los también llamados despectivamente como "chapetones" temían una invasión india o una sublevación de criollos, ya que eventualmente éstos podrían pactar con los indios en su contra; mientras que por parte de criollos, mestizos y sus familiares crecía la susceptibilidad de ser alevosamente muertos por los europeos.

La batalla se desató cuando un grupo de soldados liderados por Sebastián Pagador se pusieron de acuerdo con Jacinto Rodríguez para iniciar el levantamiento contra los españoles.

Se desató una batalla tenaz entre el pueblo armado con palos y piedras y los vasallos del Rey, que según confesiones, tenían a disposición numerosas armas.

Las mujeres y los niños también participaron de la lucha desatada en la esquina donde estaba ubicada la casa del acaudalado comerciante español José Endeiza, trasladando piedras para los soldados de Rodríguez.



Bibliografía

Cajías de la Vega, Fernando

2011 Revista Historias de Oruro Nº 10,

MAC Impresiones SRL, Oruro – Bolivia

Torres Sejas, Ángel

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