El departamento de Oruro tiene 183 especies nativas que viven a más de 3.706 metros sobre el nivel del mar, a pesar del frío y las heladas, que generalmente se registran en invierno o en cualquier época del año, según el estudio efectuado por Jesús Magne Flores y Marwin Columba Caballero, publicado en el libro “Vegetación nativa en la región de Chuquiña y La Joya”.
La inventariación de las especies vegetales nativas, si bien corresponde a las provincias Cercado y Saucarí del departamento de Oruro, permite establecer similares plantas en las otras 14 provincias, que también forman parte del Altiplano Central, donde existe clima semidesértico con baja precipitación pluvial y alta evaporación, dando como resultado suelos de notable salinidad.
“Se ha logrado identificar e inventariar una amplia variedad de especies de la vegetación nativa, que forma parte de la cubierta vegetal. Para su estudio e identificación, se ha considerado importante dedicar tiempo y recursos, para lograr una guía rápida de referencia, que mediante comparación fotográfica, permita identificar las especies”, señala el estudio.
El inventario de las 183 plantas de Oruro “despierta la curiosidad (de los biólogos y científicos) de explorar este testimonio de riqueza natural que revela esta incomparable biodiversidad, en un territorio aparentemente semidesértico”, afirmó el académico de número de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, Einstein Tejada Vélez.
El estudio, aparte de la clasificación, permite identificar la forma en que las especies nativas son utilizadas por los habitantes del departamento, tanto en el orden medicinal como alimenticio y, en otros casos, existen plantas para el mantenimiento y recuperación de suelos y otras para el teñido de prendas de vestir.
El documento también realiza una detallada descripción topográfica, geológica y la calidad de los suelos. “Este documento es uno de los mayores aportes a los anales nacionales de la botánica, sobre todo referidos a la vegetación nativa”, advirtió Tejada.
Según los investigadores, durante el trabajo de campo, “se coleccionaron las especies referidas y se tomaron fotografías en los mismos sitios de crecimiento, según sus formas de vida, con el objeto de elaborar la lista de especies y caracterizar las principales formaciones vegetales, en base a las recomendaciones de Meyer EPS Ecological & Permiting Services”.
Entre las plantas, se encuentran los cactus, los tholares, la paja brava, la wira wira (recomendable para combatir la tos), la yareta (que es un indicador de la existencia de agua subterránea y medicinal para eliminar los parásitos internos, mientras que el Qochi Pasto es un forraje muy apetecido por las ovejas.
Las especies nativas generalmente son pequeñas, como la denominada Llulluchi, que crece apenas 5 centímetros de altura, con flores amarillentas que dan frutos para la alimentación humana. Su hábitat está entre las laderas y lomas con poca vegetación. La Sach’a T’ola es leñoso y es común en matorrales de laderas y generalmente se utiliza como leña.
La Chancoruna es una hierba vivaz de 15 a 50 centímetros de altura, que crece en los campos agrícolas de descanso, florece de enero a junio, y se utiliza para combatir la fiebre aftosa.
Según los investigadores, “para entender cabalmente la vegetación, hay que estudiar más que las especies aisladas de las comunidades de plantas, el carácter de estas dado en gran medida por la acción de los factores ambientales, como ser la influencia del factor altitud en la que se encuentra, la orientación de los cordones montañosos y factores geomorfológicos que determinan situaciones de suelo, temperaturas y precipitaciones”.
La investigación señala que “en invierno y gran parte del año son frecuentes las heladas”, hecho que limita el desarrollo de la vegetación. No existe difusión de calor, hecho que al sol la temperatura sea alta y a la sombra sea baja. El libro fue editado con auspicio de la empresa minera Inti Raymi.
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