Teresa Fraudeguis viuda de Ballesteros, es una de las pocas comerciantes que aún se mantiene firme en su puesto del mercado "Fermín López", ofreciendo los ricos helados de canela, recuerda que en el pasado se tenía que conseguir el hielo de lugares estratégicos como las lagunas de la Terminal de Buses que se formaban de los rebalses de la empresa Bedoya.
"Algunas cosas han cambiado, por ejemplo antes teníamos un barrilito donde poníamos el hielo y en medio el agua de canela para hacer el helado, ahora contamos con estas maquinitas que siguen siendo artesanales pero son diferentes a las que usábamos antes", recuerda con nostalgia doña Teresa a tiempo de expresar que es la cuarta generación de su familia en efectuar esta actividad y que ya se tiene una nueva generación porque una de sus hijas sigue sus pasos.
Indicó que desde sus 13 años acompañaba a su madre para ayudarla en el negocio familiar que es la elaboración de los helados de canela, actualmente cerca de cumplir sus 70 años sigue con esta práctica que es una tradición que se inició en Oruro, según sus palabras.
Indicó que la tarea no es nada fácil porque en principio esperan que el hielo llegue de lugares cercanos al municipio, porque al obtenerlo de una nevera no le da el mismo sabor que con agua congelada de forma natural, se machaca bien el hielo, se prepara el líquido a ser convertido en helado con canela hervida, azúcar, un poco de clavo de olor, entre los ingredientes principales, luego se procede a elaborar el producto y venderlo en el centro de abasto, su actividad culmina cerca de las 17:00 horas.
"Viene bastante gente y a veces no hay cómo atender, incluso domingos y feriados, hemos visto también algunas autoridades que llegaron a degustar este producto artesanal que cura la tos y quita el calor interior del cuerpo", mencionó.
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