jueves, 21 de junio de 2012

Durante 406 años Oruro vive con la contaminación de la minería

Oruro vive con la contaminación de la minería hace 406 años, con la producción de plata y estaño en las minas de San Miguel, San José e Itos, y el envío de aguas ácidas por los canales naturales que servían de protección a la ciudad, tal como ocurre en Huanuni, hasta llegar con esos desechos hasta los lagos Uru Uru y Poopó.

“Los desmontes ubicados en los cerros San Miguel, Ingenio de Itos y San José, contribuyen a la contaminación del aire al provocar tormentas de polvo que se densifican con el movimiento vehicular; las finas partículas adheridas a las rocas son transportadas por el viento y distribuidas por la ciudad”, según el documento especializado escrito por Marthadina Mendizábal de Finot, “Oruro: del desastre a la esperanza ambiental”.

Los desmontes de San José han sido cubiertos con arcilla, con una inversión de Comibol, pero las aguas ácidas, las que causan mayor contaminación, no sólo en Oruro, en los barrios mineros, zona Este y Sur de la ciudad, no tienen control de ninguna naturaleza y están destruyendo la vida de los peces en los Lagos Uru Uru y Poopó. En la zona de Itos y San Miguel, en pleno centro de la ciudad, no se hizo ese trabajo.

CONCENTRACIONES DE AZUFRE

Según los análisis complementarios efectuados en Copromin, “han detectado concentraciones de azufre en los depósitos de piritas, que contribuyen a la concentración de anhídrido sulfúrico en el aire”, en diferentes zonas de la ciudad, donde funcionan las empresas de comercialización de minerales.

Otro elemento que contribuye a la mala calidad del aire en la ciudad de Oruro, es la “contaminación producida por los olores”, porque gran parte de la población “está afectada por las emanaciones gaseosas de hidrógeno sulfurado y amoníaco que escapan de las bocas de tormenta y que producen olores nauseabundos, como consecuencia del funcionamiento del alcantarillado sanitario y pluvial al mismo tiempo y por su mala instalación”.

El ambiente desagradable se agudiza en la época de estiaje, por la escasa disponibilidad de agua, que hace que aumente la circulación de aguas servidas. Los olores salen de los mismos servicios higiénicos en las casas.

EFECTOS EN LA SALUD

La contaminación atmosférica no revestiría interés alguno si no fuera por sus efectos nocivos en la salud humana y vegetal, según el estudio de Mendizabal. El mayor efecto es resultado de sustancias irritantes en el aparato respiratorio, y se cree que los mayores culpables entre estas sustancias son los óxidos de sulfuro (con o sin partículas) y el dióxido de nitrógeno.

Un tipo de enfermedades más frecuentes ocasionadas por la inhalación de aire contaminado son las enfermedades respiratorias.

Según estudios realizados en otros países, han demostrado la conexión entre el aire contaminado y enfermedades tales como el asma bronquial, bronquitis crónica, enfisemas pulmonares, cáncer de pulmón y diversos efectos colaterales en el corazón y los ojos.

En todos los casos, está comprobado que “las afecciones respiratorias son importantes causas de incapacidad e incluso de muerte”.

Según Franz Zunagua Gonzáles, miembro de la Unidad de Justicia Socio-Ambiental del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), se han realizado “muchos eventos de análisis y discusión, y se han hecho ver a las comunidades que no se trata ahora de borrar con la minería, sino de exigir una minería con justicia socioambiental, una minería ambientalmente y socialmente justa”.

En todo caso, agregó, que se debe proteger la tierra de las comunidades donde se desarrolla minería, pero al mismo tiempo de “cuidar y proteger también a ellos mismos, a su propia salud y la de sus familias”.

No sólo se trata de mitigación, remediación y rehabilitación de suelos dañados por la contaminación, sino también de “reponer las condiciones ambientales para un recurso natural tan importante y decisivo para la vida como es el agua en toda la cuenca Poopó”, empezando por los ríos que salen de la mina San José, Tagarete y el lago Uru Uru, por donde pasan las aguas ácidas y contaminantes.

BOLSAS DE PLÁSTICO Y BASURA

La presidenta del programa “Oruro, te queremos limpia”, Beatriz Olmos, explicó que el gran problema de nuestra ciudad es la contaminación, el depósito de basura por todas partes, sin que autoridades ni vecinos “se preocupen por solucionar este grave agente contaminante”.

“Los ciudadanos también tenemos que ayudar, no sacar las basuras a las calles y dejarlos en las esquinas”, dijo.

El director de defensa al consumidor, Angel Valencia, recordó que antes, desde las 6 de la mañana, los dueños de casa barrían sus aceras y limpiaban la calle y, por eso, se denominaba a Oruro como la ciudad más limpia, pero hoy, las cosas han cambiado y ahora la ciudad está llena de basura.

“Antes se recogían las basuras en latas o en sacos de tela. Hoy, se acumulan las basuras en las esquinas, en bolsas de plástico. Los perros destruyen las bolsas y se esparcen los desechos y la contaminación del medio ambiente es mayor”, afirmó Valencia.

Pidió que los vecinos también ayuden a mantener la ciudad limpia y no boten la basura en las calles.

La ciudad de Oruro está rodeada de gran cantidad de basura. Los carros basureros son insuficientes. Según los vecinos, antes que Aseo Urbano entre en paro, “los carros de la Empresa Municipal de Aseo Oruro recogen la basura y pasan velozmente, dejando en la calle algunos desperdicios y contaminando también el medio ambiente”.

Beatriz Olmos pidió que autoridades y ciudadanos “nos comprometamos a mejorar la imagen de la ciudad y cuidar el medio ambiente, cuidar la casa donde vivimos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario