miércoles, 7 de noviembre de 2018

La enorme riqueza de Oruro obligó su fundación en 1606

La historia así lo refiere, cuando hace 412 años se fundó la Real Villa de San Felipe de Austria, por los españoles, ocupantes de la región que buscaban tener acceso directo a la portentosa riqueza que brillaba a simple vista en los cerros que circundaban la villa minera de entonces.

Los naturales de la región trabajaban en las minas del cerro Pie de Gallo y en toda la serranía próxima logrando acumular importante cantidad de minerales que eran comprados a precio de regalo por los españoles para transportar esa riqueza minera a su patria, demostrándose de ese modo la importancia minera que guardaban las entrañas de las montañas del occidente nacional. Una gran parte de esa riqueza se extrajo en Potosí, la otra parte salió de la serranía ubicada en la parte superior oeste de nuestra Villa minera.

Han transcurrido más de cuatro siglos y todavía hay vestigios de ese tesoro minero en la región, que por razones de trabajo y el descubrimiento de ricos yacimientos trasladó sus actividades a la zona del Posokoni, la rica montaña de Huanuni donde aún se obtienen ricos concentrados mineros. Acciones de rebeldía defendiendo la riqueza nacional y regional, marcaron otros hechos históricos en la región dirigidos a recuperar la riqueza minera y ponerla en manos del Estado, sustituyendo a los extraños y evitando más adelante que unos pocos, "los barones del estaño", hagan riqueza con los minerales nacionales.

Oruro se fundó entonces un 1 de noviembre de 1606, en un acto meridiano en el centro de su plaza, cuando se leyó la proclama de su creación como la Real Villa de San Felipe de Austria. A la fecha 412 años transcurrieron y en ese tiempo, la minería sigue siendo elemento fundamental para el desarrollo de Oruro y del país.

NACIONALIZACIÓN DE LAS MINAS

En la coincidencia de fechas también debemos recordar el hecho histórico que se produjo el 31 de octubre de 1952, seis meses y días luego de la revolución nacionalista del MNR. Ese día se dictó el decreto de nacionalización de las minas bolivianas que hasta entonces eran manejadas por los "barones del estaño". El acto se cumplió en los campos de María Barzola, aledaños a Catavi y donde se produjo la masacre de San Juan. Se pensó que la medida cambiaría la situación minera, empero, las condiciones propias de ese tiempo y la falta de recursos financieros y tecnológicos, hicieron que el trajín minero se mantenga en niveles de subsistencia productiva, aunque el hecho connotativo era el rescate de la riqueza minera para el Estado. En la actualidad, a 66 años de ese hecho y tras algunas variantes que obligaron a "renacionalizar" minas y fundición, en el país se reclama una mayor atención al sector minero, para que los anuncios de enormes inversiones se transformen en yacimientos productivos, empresas rendidoras y en una minería que garantice el desarrollo sostenible del país.

Homenajes especiales en tan significativos acontecimientos, que nos permiten aprovechar la circunstancia para incluir en la presente edición un trabajo muy importante que tiene relación con el futuro metalúrgico de nuestro distrito una vez que se concrete el emplazamiento de la primera fundición de zinc de Bolivia, que se ubicará en los predios aledaños a la Empresa Metalúrgica de Vinto.

La presente edición en el espacio necesario estará dedicada al material que nos hizo llegar el Ing. Julio Sanjinés Z. a quien agradecemos por esta valiosa contribución al conocimiento de importantes proyectos minero-metalúrgicos en Oruro.

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