Con un gran acongojo y desesperación, sumido en llanto ante la situación que le tocó vivir por casualidad, Demetrio Huacaña Solares, de 38 años, víctima junto a su familia de la segunda explosión de Carnavales del 13 de febrero de este año, ayer en el hall del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro (TDJO), pidió a la población y a las autoridades ayuda para sustentar económicamente a su familia, también para que él, su esposa e hijo sean intervenidos quirúrgicamente ante las secuelas que aún tienen.
"Antes de la explosión yo no tenía ninguna enfermedad, era sano, me gustaba jugar futbol, no me dolía nada, pero ahora me duele el cuerpo", expresó Demetrio, que tras este hecho perdió a su pequeño hijo de tres años, en tanto que su hijo de 10 años, su esposa y él resultaron seriamente heridos.
Él tiene problemas en el tímpano izquierdo, secuelas en el ojo derecho y tras la operación que tuvo en la pierna derecha fuertes dolores, no puede escuchar y cuando quiere trabajar tiene mareos, su esposa también tiene el tímpano derecho perforado, y su pequeño hijo de 10 años presenta unos queloides (crecimientos exagerados del tejido cicatricial) de consideración en la cara y en la mano.
Para su operación requiere aproximadamente 4.500 bolivianos, un monto similar para su esposa y alrededor de 3.500 bolivianos para la intervención de su hijo, aunque todos aún deben ser reevaluados por los especialistas.
"Me han dicho que mi hijo ha muerto, pero yo creo que no, si alguien ha visto a mi hijo o lo tiene devuélvanmelo, mis familiares me han llevado al cementerio en mayo y me han dicho que ahí está enterrado pero yo no lo creo", dijo acongojado.
Antes del hecho, él era taxista y también vendía bolsas deambulando en los mercados con su esposa, ahora con la explosión su auto quedó destrozado y no tiene ningún ingreso económico.
Si bien el Ministerio de Salud corrió con los gastos médicos cuando la familia se encontraba hospitalizada, ahora ninguna autoridad les ha colaborado para que tengan un ingreso económico estable y para continuar tratando las secuelas físicas y psicológicas que presentan.
Por casi siete meses para él ha sido muy difícil continuar adelante. "Estoy viviendo un infierno, jamás estaba metido en mi casa, quiero trabajar, a la persona que ha hecho este daño a tanta gente le pido que se ponga la mano al pecho y corra con todos los daños, perdí mi auto, mi capital y mi familia está muy afectada, a las autoridades y las personas les pido ayuda", mencionó sumido en llanto.
Las personas que deseen colaborar con esta familia pueden contactarse con el señor Demetrio Huacaña al número de celular 74153312.
ANTECEDENTES
El martes de cha´lla, 13 de febrero, aproximadamente a las 16:00 horas, la familia Huacaña luego de comprar material escolar para el niño de 10 años, se dirigía a su hogar en su vehículo particular, El incidente dejó como secuela fatal la muerte del niño más pequeño y como heridos a su hijo de 10 años, su esposa y a él.
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