Al principio el hecho causó curiosidad y llamó la atención de curiosos transeúntes que se arremolinaban en las cercanías de la tienda, pero conforme aumentaba el fuego las personas comenzaron a alarmarse.
Fueron momentos de desesperación que se reflejaron en las lágrimas de un niño que veía cómo sus familiares comenzaban a sacar los colchones de la tienda para evitar que se quemase toda la mercadería.
Testigos del hecho manifestaron que no se escuchó ninguna detonación, pero en cuestión de segundos el lugar comenzó a llenarse de humo, que se propagó rápidamente formando una densa nube que se observaba a más de 200 metros a la redonda.
Según datos preliminares, el siniestro se produjo por un cortocircuito.
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